A diferencia de años anteriores, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres se ha ido equilibrando a pasos agigantados. De acuerdo a cifras del Estado Peruano, la participación de mujeres en el mercado laboral tuvo un crecimiento del 53 % en 2022.
Este estudio, además, demuestra la cantidad de mujeres que han ocupado puestos de liderazgo y decisiones. Incluso, para potenciar aún más esta realidad, diversas empresas buscan ofrecer un espacio de crecimiento y seguridad a las trabajadoras.
Un claro ejemplo es Elizabeth Jiménez Vilca, una mujer luchadora que se desempeña como conductora de serenazgo de la Municipalidad de Surco. Con más de 10 años de experiencia, ella junto a sus compañeros pone en primera instancia la seguridad de la ciudadanía.
“Me miraban raro (cuando postuló al puesto) porque no les parecía. Ustedes saben que el manejo es un ámbito más dominado por los hombres que por las damas. Lo vieron raro, pero poco a poco se fueron adaptando”, explicó.
Liz Meléndez, directora ejecutiva del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, sostiene que, para frenar esta barrera con respecto al acceso de oportunidades laborales en favor de las mujeres, se debe impulsar desde las aulas el valor y la importancia de la igualdad.
“Se necesita una reforma educativa para promover que el currículo de educación escolar no reproduzca estereotipos de género y se contribuya a promover en el imaginario de las personas, que las mujeres tenemos autonomía, tenemos derecho a desarrollarnos en diferentes ámbitos sin violencia y con igualdad”, señaló.
Para contrarrestar esta problemática, en el Perú se han puesto en marcha una serie de medidas para estimular y promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, como la implementación de políticas públicas y programas de inclusión. Por supuesto, esto lo sabe Elizabeth, quien se ha desarrollado en un ambiente que suele ser dominado por hombres.
“Al principio no es fácil, pero tenemos que sacar adelante a nuestros hijos, y por ellos sacamos fuerzas de donde sea”, mencionó.
Si bien en el mercado laboral muchas mujeres se desempeñan con gran expectativa, es evidente que en nuestra nación queda pendiente atender un claro abanico de brechas laborales que no solo afectan a miles de trabajadoras, sino también a sus familias.
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