¿Cuál es la edad ideal para elegir una carrera universitaria?

Cada año, los medios de comunicación informan sobre el proceso de admisión de las universidades, a cuyas instalaciones ingresan estudiantes para dar un examen que pone a prueba los conocimientos adquiridos en la secundaria y la academia. El aspecto emocional también juega un rol relevante antes de esta etapa y durante la misma, dado que no todos los adolescentes saben qué van a estudiar. Otro aspecto a considerar gira en torno al control de las emociones en diversas situaciones, sobre todo cuando uno encuentras frente a las preguntas de la prueba. De ahí la importancia de contar con la ayuda de un psicólogo para que te brinde la orientación necesaria no solo a ti, sino también a tus padres, quienes podrían plantearse la siguiente interrogante: ¿cuál es la edad ideal para elegir una carrera universitaria?

Esto preocupa más a los hijos durante la secundaria y su estancia en una academia, pues la decisión que tomen marcará el derrotero de sus vidas. Sin embargo, hay casos excepcionales en los que algunos educandos ya tienen un panorama claro sobre su futura vida universitaria, incluso ingresan a la universidad mientras cursan la secundaria. En ese sentido, es preciso ejemplificar esto con un hecho noticioso y se ha elegido una situación ocurrida el 15 de octubre de 2022. Se trata de una escolar de tan solo 13 años que obtuvo una vacante en una casa de estudios.  

Dayanna Kiara Taco Gutiérrez, quien desde tercero de primaria ha estado participando en olimpiadas académicas, rindió el examen de admisión de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) e ingresó a la carrera de Matemáticas. A pesar de que ya tiene reservado un lugar en la Decana de América, ella quiere estudiar Medicina Humana, especialidad que exige al postulante sacar un alto puntaje.

Ya habiendo comentado esto, es pertinente enfocarnos en la pregunta que se planteó desde un inicio. Algunos podrían decir que los escolares saben a qué dedicarse antes de acabar la secundaria, haciendo referencia a la proeza académica de Dayanna, mientras que otros afirmarían que a los 13 todavía hay dudas en torno a la vocación profesional.

Sobre este tema en cuestión, el psicólogo Gonzalo Pool sostuvo que en la adolescencia uno puede saber qué carrera seguir. Probablemente, las personas que tuvieron la convicción de acceder una carrera determinada han pasado por todo un proceso, en el que desarrollaron el autoconocimiento, resolvieron más de un test de orientación vocacional, recibieron la asesoría de un psicólogo, buscaron información acerca de la profesión elegida, entre otros procedimientos, los cuales fueron determinantes para encontrar su verdadera vocación.

Según el especialista, no hay una edad ideal para elegir una carrera universitaria, todo va a depender de la madurez del ciudadano y del reconocimiento de sus aptitudes, habilidades e intereses. En caso no hayas logrado ello, el psicólogo recomienda a los colegiales que "se tomen un tiempo para conocerse a sí mismos”.

Respecto al autoconocimiento, la psicóloga Silvana Rizo Patrón aseveró que es un proceso que puede extenderse en todas las etapas de la vida de la persona, puesto que con el transcurrir del tiempo uno va cambiando en función de sus vivencias. También hizo referencia al test vocacional, instrumento que es muy utilizado por los profesionales. "Para alcanzar el autoconocimiento se requiere un trabajo constante y continuo (...). Consideren los resultados (del test vocacional) con pinzas. No los tomen como una respuesta irrevocable y una gran conclusión para aplicar a sus vidas, sino como una fuente más de autoconocimiento”, indicó.

Por su parte, la psicóloga María de Jesús Rodríguez dio a conocer que “hay estudiantes de 16 o 17 años que tienen un nivel de autoconocimiento bastante elevado, y eso facilita muchísimo el proceso de orientación; como también hay jóvenes de 24 o 25 años que tienen varias dudas sobre su vocación”. Agregó que “la madurez cronológica no siempre es igual a la madurez vocacional; de hecho, esto va a depender de cada caso en particular”.

"Por ejemplo, en mi caso yo tenía clarísimo desde los ocho o nueve años que quería ser psicóloga. En contraste a mi situación, conozco un caso en el que una persona de mi misma edad, que ya estudió una carrera, siente que no debió seguir la profesión que eligió, y que aún tiene dudas sobre qué hubiera estudiado", complementó Rodríguez. En ese sentido, es preciso indicar que no todos necesitan orientación vocacional.

Tras finalizar el proceso de orientación, que termina con la elección de tu carrera, se avecinan nuevos retos; nos referimos a los concernientes a la vida universitaria. El hecho de llevar varios cursos con distintos compañeros podría desencadenar en problemas emocionales, los cuales afectarían tu rendimiento académico. “Tal vez le puede costar un poco más adaptarse a la carrera, también hay que ver cómo sobrelleva la vida académica”, mencionó Rodríguez.

En la universidad, tendrás nuevas responsabilidades que, de no cumplirlas, podrían generar preocupaciones que impedirían el disfrute de tu estancia en la casa de estudios. Asimismo, no contar con una preparación académica sólida o conocimientos suficientes para aprobar una asignatura podrían llevarte a la frustración. Por otro lado, la etapa del enamoramiento es insoslayable, para la cual debes tener una estabilidad emocional.

Otro aspecto que abordó el psicólogo Pool es la idealización que hacen algunos adolescentes de la carrera que eligieron y que, tras varios años de esfuerzo y dedicación, llegaron a terminar. Pero la desilusión se puede presentar cuando él o ella consigue el primer trabajo relacionado con lo que estudió. “Se dan cuenta de que no era lo que esperaban, creo que lo hemos vivido varios en diferentes etapas”, mencionó.  

Para evitar esto, podrías entablar una conversación con un egresado de la universidad que elegiste, con el fin de conocer las funciones que desempeña actualmente y los retos que enfrentó en su momento. Asistir a charlas y talleres vivenciales de la casa de estudios elegida también ayuda a tener un panorama más completo sobre la carrera. Todo esto se toma en consideración antes de pisar un campus o, en su defecto, tener una clase virtual.

Por último, el especialista ve con buenos ojos la posibilidad de estudiar a los 30, 40 o cualquier edad. No hay límites si uno tiene definida su vocación profesional y cuenta con el respaldo social, emocional y económico. Siempre habrá oportunidades, pero para aprovecharlas hay que estar preparados de manera holística.