Estudiar una carrera a distancia: ventajas, desventajas y qué opciones existen

Es inevitable tener que hacer un guiño a la pandemia del coronavirus cuando nos referimos a la educación a distancia, modalidad que ya existía en las universidades del Perú, pero que generaba algunas dudas en los jóvenes. Razón no les faltaba, pues ante lo desconocido siempre habrá suspicacias. Sin embargo, esta desconfianza se fue diluyendo conforme el coronavirus dejaba a su paso estragos por doquier.

En ese contexto, los estudiantes de las instituciones de educación superior del país estudiaron a distancia, lo cual demandó que más de una inicie una carrera contra el tiempo para acondicionar de mejor manera su centro de estudios. En el camino se corrigieron errores ante la mirada de las personas que, por motivos económicos y personales, no pudieron ser profesionales.

Mientras avanzaban los meses en plena pandemia, personas de diversas edades fueron testigos de que se puede estudiar desde casa; no obstante, notaron que alumnos de algunas carreras necesitaban asistir al campus para poder utilizar los laboratorios y equipos. El tiempo pasaba y había opiniones divididas sobre si volver a la presencialidad pronto era pertinente. Sin duda, la decisión a esta problemática estaba en manos del Gobierno.

Precisamente, en julio del 2022 se publicó en el Diario Oficial El Peruano la Resolución Viceministerial N.º 094-2022-MINEDU, la cual señaló que, de forma excepcional, durante el segundo semestre del 2022 y hasta culminar los ciclos académicos iniciados este año, las universidades “pueden regresar a la presencialidad de forma gradual y progresiva”, según las disposiciones de la Sunedu.

Esta decisión generó alegría en algunos sectores de la población y tristeza en otros al darse cuenta de que no podrán seguir llevando sus cursos de manera virtual en el 2023, año en el que, según disposiciones del Ministerio de Educación, la presencialidad será obligatoria. Pero ¿por qué un universitario no puede seguir aprendiendo a través de clases virtuales?

Para responder esta pregunta, tenemos que hacer referencia a la normativa para la autorización de programas semipresenciales y a distancia, que forma parte de la Resolución del Consejo Directivo N.° 105-2020-SUNEDU/CD. En este documento se precisa que “el uso de entornos virtuales no puede superar al 80% del total de créditos de los programas académicos de pregrado, con excepción de aquellos que son especialmente diseñados para una población adulta mayor de 24 años (en los que se da a entender que podría ser de hasta el 100%)”. Eso solo se aplica para los que estudian una carrera a distancia.

Esta normativa se dio a conocer mientras estábamos en cuarentena. En tanto, los estudiantes seguían estudiando a través de clases virtuales, quizás, con la esperanza de acabar su carrera de esta manera. No obstante, la norma indicaba que solo los que cumplieran con un determinado perfil de ingreso podían seguir formándose a distancia. Cada alumno sabía del programa al que se matriculó, pero quizás no lo recordaba. Si tu universidad no ofrece carreras a distancia, a partir del 2023 los académicos regresarán a la presencialidad. Ante este panorama, analicemos qué ventajas y desventajas existen de estudiar bajo esta modalidad; es decir, que las clases sean 100% virtuales.

Ahorro de tiempo

“El tiempo es tirano”. Esta frase quizás la hemos pronunciado cada vez que nos acercamos a un determinado objetivo, en cuyo proceso podríamos detectar que nos falta minutos, horas o días. Ante esta situación, solo nos queda tomar precauciones y administrar adecuadamente este recurso finito.  

Habiendo comentado esto, la educación a distancia, más conocida como e-learning, se presenta como una alternativa para los jóvenes que no disponen de tiempo para asistir a una clase presencial. Entre los motivos por los cuales una persona no puede estar en el salón se tiene a la lejanía de la casa respecto a la universidad y el horario de trabajo.

Llevando clases virtuales, uno puede cumplir su jornada laboral y, luego de un corto tiempo, estudiar en línea. De esta manera, podrás cumplir tus metas. Es preciso indicar que el tiempo que destinabas para transportarte de un lugar a otro ahora lo podrás utilizar para seguir aprendiendo o pasar gratos momentos con la familia.

Ahorro de dinero

Cuando íbamos a la universidad, gastábamos dinero en pasajes y copias, y ni qué decir de nuestra alimentación, la cual no solo se limitaba a desayunos, almuerzos y cenas. En los entretiempos probablemente hayas acudido a una tienda a comprar agua, gaseosa, golosinas, etc. Estos gastos se reducirán considerablemente en caso estudies a distancia, ya que al estar en tu hogar podrás cocinar para varios días.

Material educativo al alcance de tus manos

Con unos cuántos clics, el universitario se topará con un abanico de materiales educativos que le servirá para aprender o reforzar algunos temas. Cada centro de estudios tiene su plataforma virtual en la que se alojan videos, documentos, audios, imágenes, incluso foros.

Para entender la educación a distancia, es vital saber que podemos aprender de manera sincrónica, es decir, a través de una videoconferencia; y asincrónica, mediante una clase grabada. Como puedes darte cuenta, hay facilidades para aprender y todo se ajusta a tus necesidades. 

Conocer a personas de otros países

Si sigues una carrera a distancia, probablemente conozcas a estudiantes no solo del Perú, sino también del extranjero. Mientras avanza el ciclo académico, irás conociendo su manera de interpretar el mundo y su opinión sobre diversos aspectos de su país. Así, tu formación será integral. Recuerda que en la universidad se crea la red de contactos que nos permitirá, en un futuro, conseguir trabajo.

Validez de los estudios

En el imaginario colectivo existe la idea de que la educación online no tiene validez y que la persona que acceda a ella tendrá problemas para encontrar un empleo. Esto no tiene ningún sustento, puesto que las universidades que ofrecen carreras a distancia han cumplido una serie de requisitos para que la Sunedu les autorice su programa a distancia.

Si la institución donde estudias tiene licenciamiento, tu tranquilidad estará garantizada; además, obtendrás título a nombre de la nación y con esto podrás aspirar a estudiar una maestría.

No se generan nuevos vínculos

Empiezo con esta desventaja porque somos seres gregarios; en otras palabras, individuos que necesitamos estar constantemente en grupo o en compañía. Bajo esta premisa, nuestra salud mental podría verse perjudicada al no interactuar con otras personas. La ansiedad y depresión podrían desencadenarse en la persona; no obstante, con algunas prácticas uno puede contrarrestarlas.

Por ejemplo, hacer deporte no solo es importante para mantener un buen estado físico, sino también para prevenir la depresión debido a que el individuo libera endorfinas cada vez que realiza ejercicios. Esta sustancia produce una sensación de bienestar en el ser humano.

Procrastinación

Tener la libertad para estudiar en cualquier momento del día nos puede jugar en contra. Supongamos que tienes un examen mañana, cuya fecha límite de presentación es a las 6.00 p. m. ¿A qué hora lo harías? Muchos factores entrarán a tallar antes de que la persona responda esta pregunta. Pero de lo que sí tenemos la certeza es que los jóvenes que dijeron que desarrollarán el examen a las 4.00 p. m. probablemente hayan procrastinado al preferir situaciones agradables en lugar de asumir sus responsabilidades.

La disciplina es clave para cumplir con todas tus obligaciones académicas sin tener que postergarlas. Así, no acumularás tareas que lo único que te generarán es estrés. En tus manos está ser un estudiante destacado.

Múltiples estímulos

Estar frente a una pantalla implica tener la posibilidad de acceder a un sinfín de informaciones, las cuales no siempre contribuyen a tu formación. Por el contrario, son elementos distractores que podrían afectar tu entendimiento de los contenidos de la clase en vivo.

Con un solo clic, podremos acceder a las redes sociales y quedarnos varios minutos viendo fotos, videos o publicaciones de nuestros amigos. Nadie impide su uso, pero lo ideal es acortar el tiempo que pasamos en estos canales. Las horas destinadas al uso de Instagram o TikTok, por dar un ejemplo, pueden ser invertidas en formular preguntas al profesor o investigar en una que otra página web confiable.

Cortes de luz o internet

El corte de luz es un problema latente, aunque hay empresas que suelen dar a conocer, con días de anticipación, los trabajos que los técnicos e ingenieros realizarán. Su actividad, que exige cortar el servicio de electricidad por un tiempo determinado, te perjudicará; sin embargo, tendrás tiempo para plantear una solución al problema.

Respecto al corte del servicio de internet, hay una solución inmediata. Consiste en compartir datos móviles de tu celular hacia la computadora. Para ello, solo necesitas tener megas o gigas en tu smartphone. De no contar con ello, podrías hacer una recarga a través de billeteras digitales.

Existen otras opciones para estudiar

Habiendo mencionado las ventajas y desventajas de estudiar a distancia, es preciso indicar que los beneficios y afectaciones no impactan con la misma intensidad a las personas. La decisión de aprender bajo esta modalidad irá acorde a tus necesidades. Por ejemplo, un joven mayor de 24 años puede cursar una carrera a distancia debido a que trabaja y sus horarios están ajustados. Otro caso podría ser que es un profesional y quiere obtener una nueva licenciatura.

Si tengo 18 años y trabajo, ¿podré estudiar a distancia? Sí, pero el porcentaje de clases virtuales no será el mismo si tomamos como referencia la situación académica de un joven mayor de 24 años. Según la Resolución del Consejo Directivo N.° 105-2020-SUNEDU/CD, la persona menor a 24 años podrá tener un mínimo 20% de créditos presenciales y un máximo de 30%; vale decir, sus clases virtuales serán como máximo al 80%.

En cuanto a la modalidad semipresencial, se tiene como un máximo de 79% de créditos presenciales y un mínimo de 30%; en otras palabras, se puede tener entre 21% (mínimo) y 70% (máximo) de créditos virtuales.

Es preciso indicar que no todas las casas de estudios superiores ofrecen profesionales a distancia o semipresencial, aunque, según la Sunedu, 16 universidades privadas han presentado solicitudes de licenciamiento para la incorporación de programas en modalidades semipresenciales o a distancia.

En definitiva, la pandemia del coronavirus ha cambiado algunos paradigmas en lo que respecta a la educación. En la actualidad, el estudiante podrá tomar, con conocimiento de causa, la decisión de llevar una segunda carrera a distancia o semipresencial. No obstante, seguir una profesión presencial seguirá siendo una opción válida para quien disponga de tiempo suficiente. Nunca es tarde para aprender.