Educación

Perú Sostenible: Sin educación de calidad, ningún país es sostenible
15 Sep 2022 | 0:55 h

Perú Sostenible: Sin educación de calidad, ningún país es sostenible

Entrevista de República Sostenible con Marilú Martens, directora nacional de Care Perú.

14 de septiembre del 2022

Redacción República Sostenible. El pasado 6, 7 y 8 de septiembre se celebró el Evento Perú Sostenible En Vivo, el cual contó con la participación de Marilú Martens, directora nacional de Care Perú. República Sostenible conversó con ella sobre su visión del estado actual del país.

  • ¿Por qué eventos como Perú Sostenible: Planeta, Personas, Prosperidad, son importantes para el país?

Este espacio me pareció esencial para priorizar en la agenda nacional temas tan trascendentales como los 17 ODS (objetivos de desarrollo sostenible de la ONU). Estamos retrasados en el cumplimiento de nuestros compromisos, en la formulación de objetivos, indicadores, metas, acciones concretas que puedan sacarnos de esta primera crisis post pandemia que lo que ha hecho es visibilizar las grandes brechas que sufrimos y también agudizarlas.

  • Los  datos que diste en tu presentación fueron bastante fuertes. ¿Qué efecto ha tenido el COVID 19 en la educación peruana?

La cicatriz más profunda que nos dejó el COVID está en la educación y la vamos a seguir sintiendo por años. El cierre de escuelas que todavía no abren, el impacto intergeneracional que tiene esto, el empobrecimiento del aprendizaje de nuestros niños; somos uno de los países con mayor pobreza de aprendizaje y eso se traduce en niños de 10 años que no comprenden textos simples. A eso hay que añadir la carencia de formación y capacitación docente que ya era un grave problema en nuestro sistema. Nuestros docentes no tienen la capacidad para recuperar casi 3 años de conocimiento, y finalmente el impacto en temas emocionales: nuestros estudiantes vienen siendo afectados emocionalmente y bueno, también los mismos profesores. 

  • El rol del Estado…

Para algunas cosas hay poco presupuesto, para otras no se gestiona bien. Tenemos una brecha de 112 mil millones en infraestructura y no tenemos un norte claro de hacia dónde tenemos que ir. En nuestro sistema de educación superior ahora tenemos que lidiar con un potencial retroceso debido a ciertas normas aprobadas por el Congreso, cuando los avances anteriores habían sido muy significativos. Tenemos 93 universidades que ya están licenciadas y que ofrecen condiciones básicas mínimas de calidad; ya empezamos a aparecer poco a poco en rankings internacionales. En concreto 10 de nuestras universidades ya ocupan lugares importantes, hemos incrementado nuestra producción científica, definitivamente la reforma universitaria es la que ha promovido el complemento de calidad en la educación superior, y no podemos retroceder en este aspecto. 

La ley 904 también es muy polémica, se faculta a los padres a decidir qué tipo de contenido tutorial deben recibir nuestros niños y niñas pero esto es inviable y muy irresponsable, en momentos en que la brecha de acceso a empleo entre hombres y mujeres ha crecido en casi un 50% en contra de la mujer. En este contexto no podemos retroceder en temas y tópicos de igualdad de género. 

  • ¿Qué pasa con nuestros profesores? ¿Cuáles son los retos que enfrentan en el sistema educativo estatal principalmente?

Hay una serie de retrasos. Tenemos aún una población muy grande de docentes, creo que es el gremio más grande, y su formación profesional inicial no ofrece la calidad que demanda nuestro sistema, la calidad que demandan nuestros estudiantes. Por otro lado, la carrera pública magisterial no atrae jóvenes, no atrae talento. Como les decía, hoy no tenemos problemas, tenemos suficiente profesores por alumnos, pero en unos años esto no será así. Hoy en día solo el 9% de docentes es menor de 33 años y más del 35% superan los 50 años. Debemos despolitizar la educación en nuestro país porque cada cambio de liderazgo en el ente rector o en la presidencia viene con nuevas ideas y no hay continuidad en las políticas públicas. Así no se puede avanzar.

  • ¿Cuáles serían las políticas públicas más urgentes? ¿Por dónde empezar?

Primero, deberíamos tener claro que el Estado tiene la obligación de dar educación de calidad a todos los peruanos y peruanas. Esto está en la constitución, es un derecho fundamental, y el Ministerio de Educación debe buscar la mejora continua del sistema, cosa que no está haciendo. Yo creo que tendríamos que poner mucha fuerza en la formación docente, en atraer talento, que la carrera educativa no sea una opción resignada sino una atractiva que genere compromiso, vocación de servicio, calidad. Otra cosa muy importante es mejorar nuestra infraestructura educativa: 8 de cada 10 escuelas públicas no están en condiciones de recibir a los estudiantes, están en alto riesgo, no tienen servicios higiénicos; hay que ver cómo podemos cerrar esa brecha que es muy grande y que con el porcentaje de inversión anual que ejecutamos, la cerraremos en cuánto, ¿en 25 o 35 años? 

También debemos aprender de la experiencia. La pandemia nos ha dejado una enseñanza: podemos mejorar la educación de nuestros niños y niñas con la tecnología. Entonces debemos generar condiciones de conectividad para que nuestros alumnos y alumnas no se vean afectados por eventos o fenómenos extremos. Pero también aprendimos que el colegio como espacio presencial es básico. Educación virtual y presencial deben ir de la mano. Los profesores necesitan herramientas y capacitación en virtualidad que les permitan desarrollar una educación “híbrida”. 

Finalmente, para que nuestros alumnos y alumnas aprendan de verdad, no podemos olvidar el gran problema que representa la anemia en Perú. Aunque un niño con anemia tenga al mejor docente, la mejor infraestructura, la mejor propuesta pedagógica, si no se alimenta bien, no tendrá la capacidad de aprender lo que otros niños sí. Niños y niñas con buenos profesores, con buena infraestructura, con un Estado que funciona para ellos, y con buena alimentación podrán luego insertarse en el mercado laboral de forma adecuada. 400 mil jóvenes son los que se gradúan anualmente y de ellos el 60% se inserta en trabajos precarios, intermitentes, sin ningún tipo de beneficio ni posibilidad de desarrollarse y muchos de ellos caen en mercados informales. El Estado también tiene la obligación de darle a jóvenes y adultos oportunidades de educación contínua, ya sea técnica o universitaria. Esto nos ayudará a tener ciudadanos bien formados y que colaboran con el desarrollo del país. 

  • Queda claro que para construir un Perú Sostenible, la base está en la educación.

La educación es la carretera, la herramienta, es el norte que nos va a llevar a crear círculos virtuosos y sacarnos de los círculos viciosos que nos llevan a la pobreza. Nosotros en CARE Perú tenemos muchos proyectos y trabajamos con muchas poblaciones vulnerables y con ellos tenemos dos miradas; la mirada de asistencia humanitaria, que en nuestro país es necesaria, pero que no puede ir sola; y la mirada de sostenibilidad, de desarrollo de capacidades y competencias en las poblaciones con las que trabajamos. La educación, en este sentido, es la principal capacidad o mejor dicho, es la herramienta que nos dará la capacidad de elegir, de decidir, de pensar, de tener una opinión crítica y sólida frente a los problemas del país. Junto con la educación, definitivamente nuestra población necesita tener acceso a servicios básicos como salud, agua potable, seguridad y una buena alimentación. Con buenos servicios básicos y buena educación podemos construir muchos círculos virtuosos. La educación es transversal a todo, es el fin, pero también es el medio y es el camino, tenemos que fortalecer la educación de nuestro país y tenemos que formar ciudadanos éticos que contribuyan al bien común.