Lima, Diciembre de 2022
Redacción República Sostenible. Tradicionalmente, la economía se ha analizado desde un enfoque sectorial a partir del proceso productivo de distintas actividades como las extractivas, de transformación o de servicios. Dicho modelo económico no se alinea por completo con la realidad que actualmente rige el mundo de los negocios y la sociedad.
En vista de esto, hace siete años los líderes mundiales establecieron una serie de objetivos globales para erradicar la pobreza y proteger el planeta a través de una agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De esta forma, la mirada hacia los negocios ha evolucionado y, con ello, la economía se ha configurado en colores a fin de modificar los modelos de consumo lineales, agrupando los procesos productivos a elementos comunes que se asocian a uno o varios sectores.
Los colores de la economía son:
Para María Isabel Parra, CEO de la empresa ecuatoriana +Conectiva y experta en encadenamientos productivos sostenibles, esta nueva forma de ver la economía incentiva el desarrollo de distintas actividades comerciales y procesos no tradicionales de negocio, fomentando otras formas de producción y generación de riquezas. “El objetivo de este nuevo modelo económico -a partir de los colores- busca priorizar el bienestar humano y la disminución de las desigualdades sociales frente al capital. Este concepto va de la mano de las nuevas tendencias de negocios y empresas sostenibles, impulsando una visión práctica y diferente ante los desafíos que enfrenta el mundo en este tiempo”, señala la experta.
En América Latina se abren espacios para que tanto las empresas como la ciudadanía contribuyan al desarrollo de diferentes tipos de economía, principalmente las que son a favor del cuidado del ambiente y la generación de bienestar en el entorno. De la misma forma, la economía de colores se ha incorporado de manera creativa a los negocios tradicionales como al de la banca, a través de alianzas estratégicas con fintechs o la emisión de bonos (naranjas y azules) que financian proyectos de bienestar social como es el caso del Banco Peruano de Desarrollo COFIDE.