Redacción República Sostenible.
#MedioAmbiente. Un kilo de rocoto partido en cuatro, remojado en veinte litros de agua, macerado por diez días y luego es rociado en los cultivos de papa, haba, arveja o espinaca se ha convertido en una alternativa a los plaguicidas del campo en La Unión Leticia, distrito ubicado a 3450 metros de altura en Tarma (Junín).
Esta historia empezó en el 2017, cuando los comuneros de la zona fueron convocados al proyecto «Emprende productor» impulsado por la Asociación UNACEM y la cooperación técnica internacional. Uno de los objetivos era «mejorar la fertilidad natural del suelo mediante el uso del compost, reduciendo progresivamente el uso de los fertilizantes sintéticos y obtener una cosecha con bajos contenidos de residuos de plaguicidas», sostiene Winder Alcántara, ingeniero agrónomo y capacitador del proyecto.
El objetivo de esta iniciativa es fomentar la producción de productos orgánicos que puedan ser reconocidos por entidades fiscalizadoras como SENASA y certificadoras internacionales que permita a los productores de la zona comercializar sus productos a un mejor precio.
«Emprende productor» es sólo uno de los proyectos que la Asociación UNACEM desarrolla en la zona de Tarma (Junín), con la finalidad de fortalecer las capacidades técnico-productivas de más de 60 familias que se dedican a la agricultura, crianza de cuyes y crianza de ovinos, con la finalidad de promover el desarrollo productivo de la comunidad.