Recientemente The Lancet Planet Health reveló que París es la ciudad europea con más riesgo de mortalidad por ola de calor. Sobre ello, cabe resaltar que en julio de 2022, la capital francesa registró temperaturas de hasta 40,5° C, la segunda temperatura más alta registrada después del verano de 2019 en el que se experimentó una temperatura de 42,6°C.
Frente a ello el gobierno francés anunció planes que involucran árboles más resistentes al calor para mitigar los efectos del aumento de temperatura. Christophe Najdovski, teniente alcalde de espacios verdes, declaró que se van a diversificar los árboles de la ciudad frente al cambio climático que se avecina y ante el incremento de las olas de calor.
El plan consiste en plantar 170 mil árboles para 2026. La principal razón de esta propuesta es que los árboles son excelentes absorbentes de carbono, combatiendo la contaminación aérea y disminuyendo las temperaturas locales hasta en 12°C.
Los árboles que integrarán este plan son elegidos cuidadosamente, la lista de especies que serán incluidas tienen como principales características ser resistentes al calor y la sequía, entre los árboles que serán incluidos está el arce de Montpellier, el avellano turco y la encina.
Actualmente , solo el 26% de París está cubierto por árboles o áreas verdes. La ciudad espera alcanzar un tercio de su objetivo a finales de este año. La alcaldesa, Anne Hidalgo, considera la visión de convertir a París en una ciudad bioclimática, añadiendo 300 hectáreas de nuevos espacios verdes y reemplazando el hormigón de decenas de patios de colegio por tierra y vegetación.
El ejemplo francés hace tomar conciencia del gran cambio que generará el impacto del calentamiento global.