Una polémica decisión tomó la empresa Tokyo Electric Power (TEPCO) el último jueves. La compañía asiática comenzó a verter agua tratada de la central nuclear de Fukushima al océano Pacífico.
La TEPCO liberará un total de 7.800 metros cúbicos en un período de 17 días.
Según las autoridades de Japón, las aguas han sido tratadas y presentan unos niveles de radioactividad que están dentro de lo previsto por la legislación nacional. Después de que el agua haya sido arrojada en su totalidad, la empresa TEPCO se realizará una investigación para determinar si se detecta alguna anomalía en el agua del océano.
Esta acción ha generado que los países vecinos como China y Corea del Sur hayan emitido sus respectivos pronunciamientos. En primer lugar, el país que lidera Xi Jinping emitió un comunicado en el cual anunciaba que prohibía la importación de productos marinos japoneses.
Por su parte, el primer ministro de Corea del Sur, Han Duck-soo, pidió a los ciudadanos que confíen en el gobierno y la ciencia, y no en noticias falsas relacionadas con la liberación de aguas residuales de Fukushima.