El hidrógeno verde, también conocido como hidrógeno renovable, es una alternativa para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Se consigue a través de la electrólisis del agua y en todo el proceso se utiliza energía renovable.
En América Latina, el 0.4% de todo el hidrógeno que se consume es verde. Países como Brasil, Uruguay, México, Chile, Costa Rica y Aruba están apostando por esta nueva fuente de energía.
Por ejemplo, en Aruba, isla que se ubica frente a las costas de Venezuela, la empresa ACCIONA desarrollará un valle de hidrógeno verde en el país. El proyecto contará con el apoyo de las estatales Refineria di Aruba N.V., WEB Aruba N.V. y ELMAR N.V.
En Brasil, la empresa Unigel planea inaugurar en 2023 una planta de 120 millones de dólares estadounidenses, la cual producirá 10.000 toneladas por año de hidrógeno verde.
Un poco más al norte, en México, Sener Ingeniería México anunció en agosto de 2022 la creación de la primera de una serie de plantas pequeñas, de unos 2,5 MW.
El vecino país de Chile implementó en el 2020 su plan Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde.
Por su parte, Uruguay lanzó el Fondo Sectorial de Hidrógeno Verde, con 10 millones de dólares estadounidenses no reembolsables de parte del Gobierno para financiar proyectos.
Costa Rica no se queda atrás. El país “tico” lidera el camino para añadir el hidrógeno verde a la cartera de fuentes de energía limpias del país.