Más de 80 países firmaron el acuerdo de Biodiversidad Marina de Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ, por sus siglas en inglés), conocido también como el Tratado de Alta Mar, durante la 78ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que terminó recientemente de manera favorable para los océanos.
El pacto busca garantizar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina en aguas internacionales. Es decir, en todas las porciones de los océanos que no están dentro de las jurisdicciones nacionales de los países. Se trata de un paso clave para lograr la meta de proteger el 30 % de los océanos para el año 2030.
Cristian Laborda, experto en derecho del mar y que ha participado del proceso de creación del Tratado de Alta Mar, explicó a Mongabay Latam que “se sentía en el ambiente el optimismo”, cosa que, según el experto, “es bastante difícil de poder sentir en estas negociaciones internacionales” donde generalmente se está acostumbrado a la “frustración”.
El texto del tratado del mar fue terminado en marzo pasado, luego de 20 años de negociaciones entre los países miembros de la ONU.