Las concentraciones de polvo y arena presentes en la atmósfera de Sudamérica, América Central, y España aumentaron a lo largo del 2022 debido a la constante desertización de varias regiones, del globo provocada por el cambio climático, informó la Organización Meteorológica Mundial.
El informe, realizado por 28 expertos del Nodo Panamericano de Asesoramiento y Evaluación para Tormentas de Arena y Polvo de la OMM, advirtió que este fenómeno afecta tremendamente la salud de la población, pues la exposición a estas partículas es asociada a infartos de miocardio, mortalidad cardiovascular, cáncer de pulmón y la fiebre del valle en los Estados Unidos de América.
Además, las altas concentraciones de polvo y arena afectan a la aviación y al transporte por carretera; reduce el rendimiento de las centrales solares, y propagan agentes patógenos humanos, todo lo cual repercute negativamente en las economías locales y regionales.
"Cada año, alrededor de 2.000 toneladas de polvo entran en la atmósfera, oscureciendo los cielos y reduciendo la calidad de aire en regiones a miles de kilómetros de distancia", alertó la OMM, recalcando que esto tiene efectos en economías, ecosistemas, y en el clima.