Especialistas, ambientalistas, y políticos del mundo han puesto su atención en el denominado “hielo inflamable”, una fuente energética revolucionaria que, según expertos, podría superar al petróleo y al gas natural como un combustible de avanzada.
Este compuesto, conocido como formalmente como hidrato de metano, se halla en las profundidades del mar del Sur. La Administración de Información Energética de Estados Unidos destaca que un metro cúbico de este hielo combustible equivale aproximadamente a 164 metros cúbicos de gas natural, subrayando su potencial como un sustituto eficiente y limpio.
El “hielo inflamable” está sometido a una intensa presión y bajas temperaturas, las cuales garantizan su estabilidad. Este compuesto atrapa enormes cantidades de gas, principalmente metano y gas natural, en una red congelada de moléculas de agua.
Lo que hace que el “hielo inflamable” sea particularmente atractivo es su impacto ambiental reducido. Durante la combustión, emite un 50% menos de carbono que el carbón, consolidándose como una alternativa prometedora y respetuosa con el medio ambiente para la generación de energía.
Sin embargo, su forma sólida es efímera fuera de su entorno natural. Una vez retirado de las profundidades del océano, la descompresión lo volatiliza, requiriendo técnicas específicas de muestreo de núcleo a presión para su recuperación.
Zhong Ziran, director del Buró de Estudio Geológico de China, subraya la abundancia y la sostenibilidad del "hielo inflamable", que ha sido minado desde la década de 1960 y sigue siendo objeto de competencia entre naciones como Japón y China