Un juzgado de Estados Unidos (EE.UU.) aprobó el acuerdo al que llegó el gigante industrial 3M para pagar 12.500 millones de dólares a los proveedores públicos de agua (PWS, por sus siglas en inglés) en todo el país por contaminar las aguas con los llamados “químicos eternos”.
El acuerdo, que ya fue pactado con 3M y las empresas de PWS, fue firmado por un juzgado de Charleston (Carolina del Sur), y establece que de esa cantidad saldrán los pagos a aquellos proveedores que hayan detectado sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) “o las puedan detectar en el futuro”, según anunció la compañía en un comunicado.
Los pagos cubrirán un periodo de 13 años (hasta 2036), y la cantidad acordada resulta de sumar los montos de las indemnizaciones que la empresa tendrá que afrontar tras reconocer su papel en la creación de estas sustancias químicas prácticamente imperecederas.
Los pagos comenzarán a hacerse a partir del tercer trimestre de 2024, y el compromiso incluye dejar de fabricar los PFAS en 2025.
Las PFAS son un conjunto de unos 4.700 agentes químicos sintéticos que se acumulan en los seres humanos y en el medio ambiente y pueden provocar problemas de salud como daños hepáticos, enfermedad tiroidea, obesidad, problemas de fertilidad y cáncer, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.