Investigadores y académicos de universidades y organizaciones de México, Chile y Perú descubrieron la ruta extrema que sigue el colibrí gigante en su migración anual, un trayecto impensado y que tenía en la más completa incertidumbre a los especialistas.
Utilizando dispositivos de seguimiento en miniatura colocados en los colibríes, el equipo descubrió que estas aves ascienden a más de 13,000 pies de altura, volando hasta las montañas de los Andes en Perú. Esta migración de ida y vuelta cubre una distancia de más de 5,200 millas, aproximadamente equivalente a la distancia entre la ciudad de Nueva York y Buenos Aires.
El investigador Jessie Williamson desarrolló un método para colocar dispositivos de seguimiento en forma de "mochila" lo suficientemente pequeños y livianos para los colibríes, sin interferir con su vuelo estacionario. Este método fue publicado en el Journal of Avian Biology en 2021.
Los colibríes gigantes migratorios no solo vuelan directamente a grandes altitudes, sino que también pausan su ascenso durante períodos de días para permitir que su sangre y sus pulmones se aclimaten, utilizando una estrategia similar a la de los montañeros humanos.
"Nadie había descubierto adónde van los colibríes gigantes migratorios porque se escondían entre los colibríes gigantes no migratorios", dijo el profesor y director del Museo de Biología del Suroeste, Christopher Witt.
El descubrimiento fue dado a conocer con el estudio titulado "La migración elevación extrema estimula la especiación críptica en colibríes gigantes", publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Este es fruto de un arduo trabajo de ocho años liderado por Jessie Williamson, Ph.D. de la Universidad de Nuevo México (UNM), en colaboración con la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Centro de Ornitología y Biodiversidad en Perú.