El Gobierno Regional de Áncash declaró al agua de los ríos Santa y Tablachaca como "no apta para el consumo humano”, tras haber realizado una investigación que concluye que contiene elevados niveles de hierro, arsénico y manganeso, derivados de la actividad minera.
A principios de agosto, estos ríos presentaban agua anaranjada que alertó a la población, por lo que tanto el gobierno regional como organismos ambientales tomaron muestras para evaluar el estado de fisicoquímicos y metales pesados.
Los resultados de la primera muestra, tomada en el río Santa, mostraron que hay niveles elevados de hierro y arsénico, que superan los Límites Máximos Permisibles (LMP). La segunda fue tomada en el río Tablachaca, en la provincia de Pallasca, y mostró niveles elevados de hierro, arsénico y manganeso, además de la turbiedad del agua, que sobrepasa los Estándares de Calidad Ambiental (ECA).
El congresista Elías Varas -quien difundió el informe en redes sociales- pidió la declaratoria de emergencia ambiental en la zona al gobierno regional de Áncash y al Ministerio del Ambiente (Minam). También, solicitó a la Fiscalía del Ambiente "la sanción para los responsables a este atentado a la salud pública".
Cuando se difundieron las imágenes del agua anaranjada, el ministro de Ambiente, Juan Carlos Castro, señaló a la "minería ilegal” como fuente de la contaminación.