Un terremoto de magnitud 6,8 se registró en el condado de Tingri de la región occidental china del Tíbet, evento que también se dejó sentir con mucha intensidad en Nepal y la India, informó la agencia oficial Xinhua.
El sismo se produjo a las 09:05 hora local (01:05 GMT) a una profundidad de 10 kilómetros, de acuerdo con el Centro de Redes Sismológicas de China. De momento, el evento provocó el deceso de al menos 95 personas, en tanto que otras 130 resultaron con heridas de todo tipo.
En el condado de Tingri, el más afectado, se derrumbaron más de 1.000 viviendas, según el diario Nanfang Daily. Además, se informó que unas 6.900 personas residen en un radio de 20 kilómetros alrededor del epicentro.
El presidente de China, Xi Jinping, pidió "esfuerzos exhaustivos para salvar vidas y minimizar el número de víctimas", al tiempo que pedía trabajar para "prevenir desastres secundarios" y "reasentar de forma adecuada a los residentes afectados".
El líder chino enfatizó además la urgencia de "reparar las infraestructuras dañadas" y "garantizar que las necesidades básicas de los residentes se cubran", indicó la agencia.
Asimismo, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma del país asignó de urgencia 100 millones de yuanes (13,6 millones de dólares, 13,1 millones de euros) para ayudar en las tareas de alivio tras el desastre.
Tras el temblor, la Oficina de Mando Antisísmico y de Socorro en Casos de Catástrofe del Consejo de Estado (Ejecutivo chino) y el Ministerio de Gestión de Emergencias pusieron en marcha un dispositivo de urgencia y enviaron un grupo de trabajo a la zona del seísmo para orientar las labores antisísmicas y de socorro.
Según la cadena estatal CCTV, los equipos de bomberos locales han movilizado a más de 1.500 efectivos para las tareas de búsqueda y rescate de supervivientes.