Este 28 de enero el mundo celebró el Día Mundial por la Reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2); con el fin de reducir la contaminación ambiental, y proteger el medioambiente y la salud de los millones de habitantes del globo.
La efeméride fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para generar conciencia respecto al cuidado del planeta, expresado a través de la reducción de las emisiones de CO2 por actividades humanas como la industria y el transporte.
Se trata, pues de asumir que dichas emisiones redundan en los fenómenos propios del cambio climático, alteando el equilibrio de los ecosistemas y generando transformaciones en el clima y el ambiente.
Estas se ponen de manifiesto a través de la constante presencia de lluvias y sequías, incluso en épocas y lugares en las que estas no se suelen presentar. Ello, finalmente, tiene consecuencias en campos como el energético y el alimenticio, a través de la agricultura, afectando al desarrollo de los seres humanos.
En ese sentido, se busca que la población en general tome conciencia que, con acciones circunscritas a su ámbito cotidiano, puede contribuir a la reducción de las emisiones de CO2.
Así, se puede uno desplazar de un lado a otro usando mecanismos sostenibles, y manteniendo las áreas verdes y los lagos y mares limpios.
En abril próximo, a instancias de la ONU, 195 países suscribirán el Acuerdo de París, documento que afina los mecanismos necesarios para garantizar la sostenibilidad del planeta. Estos comprenden reducir el consumo, reutilizar al máximo los productos y reciclar aquellos que consideramos inservibles.