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Vanessa Mohme

Me apasiona promover prácticas y estrategias que minimicen el impacto ambiental, promuevan la equidad social y aseguren la viabilidad económica a largo plazo

Las mujeres de SISAN
26 Feb 2025 | 9:51 h

Las mujeres de SISAN

En el año 2014, bajo la mirada de la actual directora del museo de Pachacamac, la Mag. Denise Pozzi-Escot y gracias al financiamiento y apoyo de la ONG Sustainable Preservation Initiative (SPI) nació un proyecto de desarrollo comunitario con el fin de generar empleos a través de actividades vinculadas al museo. Años más tarde tomaría el nombre de mujeres de “SISAN”, cuyo significado es florecer en quechua. Esta iniciativa buscaba capacitar a mujeres de las comunidades aledañas al santuario para fortalecer sus conocimientos en los rubros de organización empresarial, iconografía prehispánica, turismo y generación de negocios.

Organizadas en directivas rotativas, las veinticuatro mujeres que actualmente conforman la asociación sin fines de lucro lo ven “como una oportunidad valiosa de tener ingresos”, comentario expresado por su actual presidenta Florencia Sandonas. Este proyecto no sólo logró fortalecer los lazos entre las comunidades que viven en el área cercana al santuario, sino además generó un oasis de bienestar económico donde las mujeres que lo conforman se sienten orgullosas de pertenecer, emprender y proteger nuestro patrimonio a través de la comercialización de sus bienes artesanales. Esto es mejor expresado en palabras narradas por Clara Medina que me relataba cómo lo veía como “un mundo propio, para cada una de nosotras, nuestro mundo” o Eva Collahua que me decía emocionada, “estamos haciendo arte”.

En estos momentos de alta polarización, donde escuchamos la necesidad de transparentar el financiamiento de las ONG, tomemos una pausa y miremos hacia las iniciativas que nos enseñan de manera tangible cómo cada actor es capaz de aportar hacia el crecimiento y bienestar de la sociedad. Encontremos los puentes que nos unen y busquemos el equilibrio entre el financiamiento, la trazabilidad y el bienestar generado.

La tarea no sólo recae en encontrar fuentes de financiamiento para las capacitaciones que logran empoderar y gatillar cambios, sino también en nuestra capacidad de buscar las fórmulas para convertir estos programas en proyectos auto sostenibles en el tiempo.  Integrar la cultura, la educación y lograr obtener un beneficio comunitario no es tarea simple. Las mujeres de SISAN no sólo han logrado convertirse en un caso de éxito, lo más valioso es que lo han logrado mediante la articulación de una cadena de actores que apostaron por el bienestar comunitario creando historias que reditúan en el mañana de todos.