Los buques contaminantes siguen entrando en los puertos comunitarios de la Unión europea (UE) donde, pese a una mejora de la legislación, los controles son insuficientes y las sanciones, escasas y demasiado benignas.
Así lo señaló hoy el Tribunal de Cuentas de la Unión Europea, que lanzó una alertó al respecto, a fin de que sus Estados Miembro tomen las medidas necesarias.
"La contaminación en el mar, causada por buques, sigue siendo un gran problema, y, pese a los avances logrados en los últimos años, las medidas de la UE no han logrado sacarnos de las aguas turbulentas", declaró el responsable de la auditoría, Nikolaos Milionis.
El bloque comunitario se ha marcado un objetivo de "contaminación cero" del agua para 2030, y el informe subraya que "un ecosistema marino sano es crucial para la biodiversidad, las poblaciones de peces y la absorción de las emisiones de CO2".
Según se informó, la contaminación marina causada por el ser humano "sigue siendo un problema importante para las aguas marinas de la UE" y se centra en los buques, una de las principales fuentes de esa polución del mar en los veintidós de los veintisiete Estados miembros con litoral.
"En general, llegamos a la conclusión de que las normas de la UE que abordan la contaminación procedente de buques estaban mejorando, pero que su aplicación y ejecución presentaban insuficiencias y que los datos eran insuficientes para medir los resultados", resumen los auditores tras analizar el período comprendido entre enero de 2014 y septiembre de 2024.
Esa aparente laxitud refleja indicios en la evolución de los pabellones de los barcos, ya que "los armadores pueden eludir sus obligaciones de reciclaje cambiando su pabellón de la UE por un pabellón no perteneciente a esta antes de desguazar sus buques".
En ese sentido, los auditores consideran "bastante relevante" el hecho de que uno de cada siete buques del mundo en 2022 enarbolara una bandera de la UE, mientras que al final de la vida útil de las embarcaciones el número de pabellones cae a menos de la mitad.