Investigadores peruanos iniciaron la siembra de algas en el mar de Pucusana para regenerar las praderas naturales submarinas, restablecer la biodiversidad de la zona y beneficiar a los pescadores.
Así lo informó la Universidad Científica del Sur, que impulsa el proyecto a través de su Laboratorio de Investigación en Cultivos Marinos (LICMA). La casa de estudio señaló que los especialistas eligieron a este balneario para los trabajos debido a que el alto incremento de la actividad pesquera y los cambios en las condiciones oceanográficas han hecho que sus recursos sean cada vez más escasos.
El proyecto de reforestación submarina abarca un espacio de 2,500 metros cuadrados. La iniciativa, denominada "Ocean Reforestation" (“Recuperación de Praderas” en español), consiste en la siembra de macroalgas pardas a partir de semillas cultivadas en laboratorio, con el objetivo de restaurar ecosistemas marinos esenciales para la biodiversidad y la economía local.
De esta forma, iniciaron con la siembra de Macrocystis pyrifera, una especie de macroalga parda en la Playa El Carbón, una zona clave para la pesca artesanal. Para ello, el equipo de investigadores, liderado por Paul Baltazar Guerrero y compuesto por Max Castañeda Franco y Arturo Mires Reyes, en 2024 realizó una prospección submarina para identificar zonas adecuadas para la reforestación y recolectó hojas reproductivas de Macrocystis pyrifera con el fin de obtener esporas en laboratorio.
Posteriormente, se cultivaron plántulas de entre 3 y 5 cm, que fueron trasplantadas al fondo marino utilizando rocas del entorno. “Durante un año, monitoreamos su crecimiento, que alcanzó hasta 4 metros de altura en la última evaluación”, señala Paul Baltazar, investigador de Científica y líder del equipo.
El especialista señaló que las marinas representan refugio para otras especies, ayudan a la producción de oxígeno y al reciclaje de carbono, además de asimilar contaminantes como el nitrógeno y el fósforo”, La restauración de las praderas de macroalgas en el mar peruano puede generar varios beneficios ecológicos y económicos, como la recuperación de hábitats críticos, el aumento de la producción pesquera, la reducción de carbono, mejora de la calidad del agua, entre otros.