La población de gorriones comunes ha descendido un 20% en España, lo que supone una desaparición de al menos 30 millones de ejemplares de esta ave en los últimos 25 años, reveló un análisis del Atlas de Aves Reproductoras.
Aunque el descenso es significativo, los datos recogidos en el programa SACRE (Seguimiento de Aves Comunes Reproductoras), que ha analizado SEO/BirdLife, indican que las poblaciones presentan una tendencia estable en los últimos diez años.
“Necesitamos una naturaleza bien entendida en las ciudades y las aves, como los gorriones, son unos excelentes indicadores de si las ciudades cuentan con aire limpio, agua de calidad y un entorno saludable. Es el momento de recuperar espacios para la vida, asegurando que el Plan Nacional de Restauración y las políticas urbanas incluyan la biodiversidad como un pilar esencial", explica Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.
Aunque la tendencia de la última década es una noticia esperanzadora, desde SEO/BirdLife inciden en la necesidad de no perder de vista la realidad y seguir implementando medidas que permitan la conservación y garanticen la recuperación de las poblaciones que se han perdido y, de esta forma, puedan permanecen en los entornos tanto urbanos como rurales.
La pérdida de poblaciones del gorrión común refleja la crisis ambiental que experimentan las ciudades y que, a su vez, pone en riesgo la biodiversidad que también habita en ellas.
Las nuevas construcciones, así como la rehabilitación de edificios, están dejando sin espacio para la anidación en tejados y fachadas, a lo que se suman otros problemas como la contaminación del aire, que provoca una pérdida de la salud y esperanza de vida de estas aves. En el ámbito urbano, la presencia del pavimento, la escasez de zonas verdes y la depredación por parte de gatos domésticos sueltos son otros de los factores que afectan de forma directa a la supervivencia de estas especies.