La aviación produce cerca del 2% de las emisiones globales de CO₂, un desafío que exige mayor conciencia y responsabilidad por parte de las aerolíneas para mitigar su huella ambiental, informaron los especialistas en la materia.
En este marco, las aerolíneas de todo el mundo vienen impulsando la iniciativa del ecopilotaje, un conjunto de prácticas operativas que optimizan el consumo de combustible y permiten reducir las emisiones de CO₂ entre un 4% y un 5%.
Este mecanismo incluye medidas como la reducción de peso a bordo, optimizando la carga y eliminando elementos innecesarios; y el uso eficiente de motores en tierra, utilizando un solo motor durante el rodaje para minimizar el consumo de combustible, informaron fuentes de Air France-KLM.
El ecopilotaje también implica la adaptación de trayectorias de vuelo, ajustando las rutas en función de las condiciones meteorológicas y del tráfico aéreo; y el descenso continuo, evitando altibajos innecesarios y asegurando una aproximación más eficiente.
El ecopilotaje no solo disminuye el impacto ambiental, sino que también mejora la eficiencia operativa de las aerolíneas.
A modo de ejemplo, Air France-KLM informó que esta práctica forma parte de su estrategia de sostenibilidad para reducir sus emisiones de CO2 en un 30% al 2030 y alinearse con el objetivo de la industria de alcanzar la neutralidad en carbono para el 2050.