El Gobierno de Ecuador decretó un estado de emergencia en doce de las veinticuatro provincias del país, debido a las lluvias intensas que se registran desde inicios de este año, y que ya causaron la muerte de unas 44 personas.
La situación además dejó de momento 51.000 damnificados y 172.000 afectados, confirmaron fuentes oficiales.
La declaración de la emergencia fue prorrogada por 60 días más en las ocho provincias que ya estaban bajo esta medida (Guayas, Los Ríos, Manabí, El Oro, Esmeraldas, Santa Elena, Loja y Azuay), y a ellas se sumaron las andinas Bolívar, Cotopaxi, Chimborazo y Pichincha, cuya capital es Quito.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) del Gobierno ecuatoriano argumentó en un comunicado esta decisión es para "canalizar con mayor agilidad los recursos, facilitar el despliegue operativo interinstitucional y optimizar la atención a la ciudadanía".
De acuerdo al último reporte de la SNGR, el grueso de los afectados se concentra en las provincias costeras de Manabí, con más de 90.000 personas; Los Ríos, con más de 43.000; Guayas, con más de 38.000; y El Oro, con más de 18.000 afectados.
En estas provincias se registraron especialmente desbordes de ríos debido a las precipitaciones, lo que derivó en inundaciones de poblaciones enteras.
Los eventos más recurrentes hasta el momento son deslizamientos (41,22 %), inundaciones (37,27 %), colapsos estructurales (6,49 %), socavamientos (5,38 %), vendavales (3,79 %) y aluviones (3,38 %).
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inmahi) informó que continuarán generándose precipitaciones de alta intensidad con tormentas y ráfagas de viento, enfocadas al interior de la región litoral, la Amazonía y de manera dispersa en la zona interandina.