El Gobierno de Israel ordenó la evacuación masiva de cientos de habitantes, y solicitó apoyo a la comunidad internacional, debido a los feroces incendios forestales que afectan las zonas cercanas a ciudad de Jerusalén, desde el pasado 30 de abril.
Las autoridades dispusieron el cierre de varias carreteras principales, mientras los bomberos se encargaban de controlar el inminente fuego, que no dejaba de extenderse debido a las condiciones secas de los campos situados entre las ciudades Latrun y Beit Shemesh, cercanas a la carretera principal que conecta Jerusalén con Tel Aviv. Los fuertes vientos también avivaron las llamas.
El ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó el despliegue inmediato de las tropas del Ejército israelí para colaborar con el Cuerpo de Bomberos y los rescatistas. Asimismo, la autoridad israelí declaró que el país enfrenta una "emergencia nacional", por lo que "todas las fuerzas disponibles deben movilizarse para salvar vidas y controlar los incendios".
Los conductores que transitaban por el lugar se vieron obligados a abandonar sus vehículos en la autopista para huir del denso humo y la sofocante temperatura. En cuanto a los residentes de Mishmar Ayalon, Nachshon, Elad y Mevo Horon, que resultaron afectados, fueron trasladados a zonas más seguras como Canada Park, Latrun y Neve Shalom.
Según el medio 'Israel Noticias', el ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Sa'ar, solicitó ayuda urgente a países como Chipre, Croacia, Italia y Grecia, para poder apagar las llamas que consumieron miles de hectáreas de bosques y amenazan con destruir comunidades cercanas a Beit Shemesh, así como barrios ubicados al suroeste de Jerusalén.