El Proyecto Olmos, uno de los desarrollos hidráulicos más ambiciosos del país, atraviesa una grave crisis que pone en peligro su sostenibilidad. Tras haber convertido más de 24,000 hectáreas de desierto y 500 hectáreas del Valle Viejo en tierras fértiles, la represa Limón —pieza clave del sistema— ha perdido más del 75% de su capacidad de almacenamiento, generando una “alerta roja” entre agricultores y autoridades.
Iniciado en 2004 con una concesión otorgada a la constructora Odebrecht, el proyecto contempló el trasvase de aguas del río Huancabamba hacia la costa de Lambayeque a través de un túnel de más de 20 kilómetros. Entre 2006 y 2014 se ejecutaron las obras de trasvase e irrigación, que culminaron con la inauguración de una infraestructura capaz de transformar el paisaje desértico en un nuevo polo agrícola.
Desde su puesta en marcha, los beneficios económicos no tardaron en llegar. Se generaron más de 70,000 empleos directos y se posicionó a la región como un centro de agroexportación, con ventas que superaron los 1,200 millones de dólares, asimismo, miles de agricultores comenzaron a irrigar sus tierras, dando inicio a la agricultura familiar en Olmos. Sin embargo, el presente muestra un panorama preocupante: hoy, comunidades como las del Valle Viejo apenas reciben agua dos horas al día, muy lejos de los 300 litros por segundo que se les había prometido.
Sin duda, el futuro del Proyecto Olmos es incierto. La concesión del trasvase vence el 25 de septiembre de 2025 y, hasta la fecha, no se ha designado un nuevo operador. El Consorcio Trasvase Olmos (CTO), perteneciente al Grupo Novonor (antes Odebrecht) y actual responsable de la infraestructura, ha dejado de realizar labores adecuadas de operación y mantenimiento. Esta deficiente gestión pone en riesgo el funcionamiento del sistema. De no tomarse medidas urgentes, expertos advierten que para 2028 la represa podría dejar de operar por completo.
Frente a esta situación, agricultores y organizaciones civiles han hecho un llamado urgente al Gobierno Central y al Gobierno Regional de Lambayeque. Exigen acciones inmediatas: Recrecer la presa a 85 mt y dragar la represa Limón, garantizar el flujo hídrico del trasvase, y designar un nuevo operador que asegure el mantenimiento y sostenibilidad del sistema. El futuro de miles de familias y el desarrollo agrícola de Lambayeque dependen de ello.
En este video, conoce la cronología de cómo llegó el Proyecto Olmos a su situación actual.
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