El Gobierno de Brasil, ofreció su sistema de alertas de desastres climáticos a los países vulnerables que lo necesiten, a fin de evitar las terribles desgracias registradas en diversos eventos a nivel mundial.
El presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó el ofrecimiento porque "salvar vidas es lo más importante". Así lo señaló durante la activación de la red de estos avisos, en 36 municipios de la región noreste, en un acto en público realizado en Brasilia. Esta, se indicó, es una de las zonas más empobrecidas del país y escenario en los últimos años de graves sequías e inundaciones.
"Mucha gente piensa que Brasil no está preparado y no sabe hacer las cosas, pero este Centro" Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres, desde donde se gestionan las alertas, "nos coloca en la vanguardia para intentar ayudar a otros países a hacer lo mismo", expuso el presidente.
En la ceremonia, Lula, acompañado de algunos de sus ministros, lanzó un mensaje de alerta dentro de un simulacro puesto en marcha para comprobar que el sistema funcionaba.
En un breve discurso, el jefe de Estado celebró los avances tecnológicos que han permitido hacer realidad la red de alertas, con las que espera "evitar desastres y salvar vidas, que es lo más importante".
"Sin información, uno está totalmente perdido. La orientación es vital porque" una evacuación "desordenada puede complicar aún más la situación", añadió.
El sistema de alertas ya funcionaba en las regiones sur y sureste del país, donde se ubican los populosos estados de São Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, cuyos habitantes reciben hoy mensajes en sus celulares avisando de fenómenos climáticos extremos.
La última gran catástrofe climática en Brasil ocurrió en mayo de 2024 en el sureño estado de Rio Grande do Sul, cuando buena parte de su territorio fue asolado por unas inundaciones que dejaron al menos 184 muertos, según los últimos datos disponibles.