La actividad volcánica en el cráter Sundhnúk, en el suroeste de Islandia, parece haber disminuido considerablemente, confirmó en las últimas horas la Oficina Meteorológica de este país nórdico (IMO).
"Aún sigue la erupción, pero parece haber reducido considerablemente su actividad la pasada noche. Está localizada en el centro de la fisura y parece que hay varios cráteres activos, aunque bastante menos que ayer", afirmó Minney Sigurðardóttir, especialista en riesgos naturales del IMO.
No obstante, la especialista señaló que todavía no es posible determinar si la erupción está llegando a su fin.
No obstante, la contaminación por gases tóxicos continúa y se espera que afecte a la localidad de Grindavík, en el sur de la península de Reykjanes, debido al cambio en la dirección de los vientos, según el IMO.
La actividad volcánica comenzó a remitir el jueves, lo que llevó a las autoridades de protección civil a rebajar el nivel de alerta de "emergencia" a "amenaza".
La erupción del cráter Sundhnúk, la duodécima que se produce en los últimos cinco años, comenzó el miércoles hacia las 04:00 hora local (misma hora GMT) y estuvo precedida de una intensa sucesión de pequeños terremotos y una lluvia de magma.
La erupción obligó a evacuar la Laguna Azul, uno de los principales atractivos turísticos de Islandia, y el cámping de Grindavík, aunque la lava no llegó a amenazar ninguna infraestructura.
En pocas horas, la fisura volcánica aumentó su longitud desde los 700 metros iniciales hasta los 2,5 kilómetros y la lava se expandió hacia el sureste cubriendo cerca de 3,2 kilómetros cuadrados.