La tormenta tropical severa Wipha azotó con vientos de hasta 125 kilómetros por hora y fenómenos anexos a Filipinas, situación que provocó estragos en varias regiones y daños personales en un número aún indeterminado, confirmaron las autoridades locales.
El ciclón causó inundaciones y deslizamientos de tierra y obligó a los servicios de rescate a llevar a cabo evacuaciones en varias provincias. El Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres filipino (NDRRMC, en inglés) reportó que al menos dos personas permanecen desaparecidas tras el paso de Wipha, mientras que 11,689 personas tomaron refugio en centros de evacuación.
Filipinas sufre unos veinte tifones y tormentas tropicales por año, especialmente en la temporada de lluvias, que suele comenzar en junio y termina en noviembre o diciembre.
El año pasado el país asiático vivió una inusual avalancha de seis tormentas tropicales consecutivas en menos de un mes que dejaron al menos 164 muertos y cerca de medio millón de dólares en pérdidas.
Esta serie de ciclones afectaron a unos diez millones de personas, según las autoridades del país asiático, y obligaron a evacuar a más de 650,000 residentes de zonas en riesgo.