Un total de 13 comunidades nativas asentadas en las riberas del río Napo, en la Amazonía peruana, conservan sus bosques para compensar sus multas forestales, con el fin de que logren presentar su informe anual de ejecución de actividades.
Se trata de Quichua Argentina, San Fernando Quichua, Diamante Azul, San Fernando, Defensor, San Juan de Miraflores, Rumi Tuni, Pucayacu, San Carlos, Segundo San Juan, Pucabarranca, Nuevo Libertad y Nuevo San Antonio de Lancha Poza, quienes han delimitado más de 27,000 hectáreas de bosques para compensar más de 12 millones de soles de multas forestales.
Durante asistencias técnicas, los miembros de los comités de vigilancia y control forestal comunitario recibieron indicaciones de cómo hacer sus patrullajes en las áreas de conservación, de patrullaje y elaboración de informe de cumplimiento de actividades con evidencias.
“Estamos optimizando los recursos del Estado para llegar a las comunidades indígenas y acompañarlas en su proceso de compensación, de modo que no pierdan la oportunidad de saldar sus multas sin desembolsar dinero”, refirió Jesús Alberto Flores Aquino, coordinador de la Oficina Desconcentrada del El Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor) en Iquitos.
Precisó que estas acciones forman parte de una política de trabajo implementada tras escuchar a las comunidades nativas que asumieron el compromiso de conservar sus bosques.
La importancia del mecanismo de compensación de multas, en la modalidad de conservación del patrimonio forestal y de fauna silvestre, radica en que ofrecen a las comunidades indígenas una alternativa para saldar sanciones, a través de actividades que promueven conservación de los recursos naturales, en lugar de solo pagos monetarios.