Más de una veintena de ciudades de los Estados Unidos se están hundiendo progresiva y silenciosamente, debido a problemas de sus suelos, determinó un nuevo estudio del Virginia Tech, publicado en la revista Nature Cities.
El fenómeno, proceso conocido como subsidencia, fue analizado en 28 grandes metrópolis del país, con resultados son alarmantes. Al menos el 20 % del área urbana en todas ellas presenta algún grado de hundimiento, y en 25 de las 28, más del 65 % de la superficie está descendiendo.
Aunque inicialmente se pensaba que el hundimiento afectaba principalmente a ciudades costeras como Nueva York, Los Ángeles o Houston, el estudio demostró que el fenómeno también se presenta en zonas interiores como Las Vegas, Denver, Nashville, Oklahoma City e Indianápolis. Esto indica que la subsidencia urbana está mucho más extendida de lo que se creía.
En Houston, algunas áreas se hunden hasta 10 milímetros por año, lo que representa un riesgo acumulativo para la infraestructura urbana, pues incluso desplazamientos mínimos pueden comprometer edificios, caminos y redes de transporte.
“Incluso los ligeros descensos del terreno pueden afectar la integridad estructural de edificios, puentes y ferrocarriles”, advirtió Leonard Ohenhen, autor principal del estudio.
En muchas ciudades, la causa principal de la subsidencia es la extracción intensiva de aguas subterráneas, que reduce la presión en los acuíferos y provoca la compactación de sedimentos finos. “Este tipo de hundimiento se ha observado durante décadas, pero su impacto en zonas urbanas es cada vez más preocupante”, señaló Susanna Werth, coautora del estudio.