La Corte Constitucional de Colombia ratificó la Ley 2385 de 2024, que prohíbe de forma definitiva las corridas de toros y otros espectáculos violentos con animales, como corralejas, rejoneo, novilladas, becerradas, tientas y peleas de gallos.
El fallo, unánime, establece que la cultura y la tradición no pueden justificar la crueldad, y ordena una transición de tres años para reconvertir actividades y empleos vinculados.
La ratificación responde a años de lucha de organizaciones, activistas y ciudadanía, que denunciaron el sufrimiento animal en nombre del entretenimiento. Para Roberto Vieto, asesor de World Animal Protection, esta ley representa un hito global
“La cultura nunca puede ser excusa para la crueldad. Esta decisión envía un mensaje contundente a América Latina, España y al mundo: es posible avanzar hacia una relación más respetuosa y compasiva con los animales.”
Con esta ley, Colombia se incorpora a una lista creciente de países y ciudades que prohíben la tauromaquia y espectáculos similares, consolidando un precedente internacional que prioriza el bienestar animal sobre tradiciones violentas.
La Ley 2385 no solo prohíbe prácticas crueles, sino que abre el camino a una transformación cultural profunda, donde el respeto por la vida animal se convierte en valor social y jurídico. La transición de tres años permitirá reconvertir empleos y actividades, fomentando alternativas éticas y sostenibles.
En México, por ejemplo, cinco estados ya han prohibido las corridas de toros, y en marzo de 2025, la Ciudad de México aprobó una reforma que prohíbe espectáculos con sufrimiento animal, lo que llevó a la Plaza México a suspender sus eventos taurinos.
No obstante, caballos, burros y aves siguen siendo utilizados en espectáculos sin regulación adecuada en la región. A pesar de estos avances, en países como Perú y Nicaragua, las peleas de gallos siguen siendo legales y promovidas como parte de la cultura.