El Tratado de Alta Mar (BBNJ por sus siglas en inglés) finalmente fue ratificado por 60 países y está listo para entrar en vigor como una ley internacional, que debe ser implementada entre los países firmantes.
El instrumento fue establecido tras las ratificaciones de cuatro nuevos países en las Naciones Unidas, como Sri Lanka, San Vicente y las Granadinas, Sierra Leona y Marruecos.
Tan solo faltaba la adhesión de tres países más para llegar a los 60 indispensables para que comience una cuenta atrás de 120 días que terminará con la entrada en vigor del texto, después de que en el último año se haya experimentado un acelerón en la ratificación de las naciones.
“Hoy celebramos la 60ª ratificación del Tratado de Alta Mar, lo que significa que este acuerdo internacional sin precedentes entrará en vigor a principios de 2026”, señaló Vera Coelho, vicepresidenta adjunta de Oceana en Europa.
El Tratado de los Océanos regula las actividades humanas en alta mar, es decir, aquellas que están fuera de la jurisdicción de cada estado. Estas aguas internacionales comprenden dos tercios del océano (casi el 50 % de la superficie total del planeta) y son uno de los espacios más ricos en biodiversidad.
Entre otros, el texto sienta las bases para el establecimiento de zonas marinas protegidas, garantiza que se tenga en cuenta el impacto medioambiental de las actividades en aguas internacionales y facilita la cooperación entre países en tecnología marina. Todo, para conseguir que al menos el 30 % de los océanos estén protegidos para el año 2030.
Dos décadas de discusiones, cinco años de negociaciones y más de dos ejercicios de ratificaciones ha necesitado el Tratado para estar cerca de convertirse en ley internacional.