El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, solicitó la colaboración del mundo para remunerar a los países que mantienen sus bosques en pie, y que por consiguiente preservan los pulmones verdes que benefician a todo el planeta.
Así lo planteó durante su reciente intervención en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El mandatario afirmó que el final de la deforestación en la selva amazónica depende de la creación de condiciones económicas dignas para la población de la región, donde viven 50 millones de personas repartidas en nueve países.
“Brasil ya ha reducido la deforestación por la mitad en la región en los dos últimos años. Para erradicarla se requiere garantizar condiciones dignas de vida para sus millones de habitantes”, señaló en su discurso en el encuentro mundial.
Además, argumentó que la carrera por los minerales críticos que son esenciales para la transmisión de energía “no puede reproducir la lógica depredadora que ha marcado los últimos siglos”.
Lula se refirió al Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés), un nuevo mecanismo económico creado por Brasil, que será lanzado oficialmente en la próxima cumbre climática de la ONU, la COP30, y que pretende captar fondos para costear la conservación de las selvas.
Además del fondo de bosques tropicales, Brasil propondrá en la COP30 una cesta de instrumentos económicos que incluirá el pago por servicios ambientales vinculados a los manglares y el llamado ‘carbono azul’, asociado a ecosistemas marinos.
Lula tiene previsto presidir una reunión paralela a la Asamblea General en la que hará una presentación del TFFF como aperitivo de la COP30, que se celebrará en noviembre en la ciudad brasileña de Belém, en la Amazonía.
El mandatario brasileño afirmó que la COP30, a realizarse en la ciudad de Belém, será “la COP de la verdad” y un momento “en que los líderes mundiales demuestren la seriedad de su compromiso con el planeta”.
La COP30 pretende servir para debatir el aumento de la ayuda a los países en desarrollo que se comprometan a mantener en pie sus selvas, como contribución al combate al cambio climático global.