La Comisión Europea anunció que buscará retrasar otro año la entrada en vigor de la nueva legislación comunitaria para frenar la deforestación importada, debido a que el Ejecutivo no ha logrado simplificar suficientemente la normativa.
“A pesar de nuestros esfuerzos en materia de simplificación, seguimos sin conseguirlo plenamente. Creemos que no podemos lograrlo sin que haya cierta disrupción para nuestras empresas y nuestras cadenas de suministro (…). Buscaremos, junto con los colegisladores, un aplazamiento de un año”, declaró la comisaria de Medioambiente, Jessika Roswall.
El reglamento busca evitar que ciertas materias primas y productos derivados consumidos en la UE generen deforestación, pues entre 1990 y 2020 se destruyó globalmente una superficie de masa forestal mayor que la de la UE, y cerca del 10 % es atribuible al consumo europeo.
La normativa afecta al ganado, el cacao, el café, el aceite de palma, la soja, la madera y el caucho, incluidos derivados como cuero, chocolate o muebles y, originalmente, debería haber entrado en vigor el 30 de noviembre de 2024.
Las compañías que importen en la UE esas materias primas deberán demostrar mediante un sistema de geolocalización que no han generado deforestación o degradación de masas forestales allí donde se han obtenido los recursos.
Como se recuerda, hace un año, entre presiones de Brasil, Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Indonesia, Estados Unidos, Malasia, Australia, Nueva Zelanda o Canadá, la Comisión Europea acordó una primera prórroga de algo más un año, hasta finales de diciembre de 2025, para que se empezaran a aplicar las normas a las grandes compañías, y hasta junio de 2026 para las pequeñas empresas.
Los Estados miembros y el Parlamento Europeo aceptaron aquella primera prórroga, que fue ampliamente criticada por la izquierda y los ecologistas, entre ellos por el que fuera comisario de Medioambiente cuando se redactó y negoció la ley en 2023, el ahora europarlamentario verde lituano Virginijus Sinkevicius. Meses después, en mayo de 2025, la Comisión publicó la controvertida lista de países cuyas exportaciones a la Unión Europea de los productos contemplados por la ley puedan generar deforestación en origen, pero sólo incluyó en la categoría de «riesgo alto» a Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte y Birmania