El presidente de China, Xi Jinping, anunció el más ambicioso plan de su país sobre el clima al 2035, que tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre 7% y 10% respecto al nivel máximo alcanzado.
En esta línea, Xi se comprometió a que el consumo de energía no fósil en el país represente más del 30% del consumo total de energía e instalación de 3,6 gigavatios de capacidad de energía solar y eólica, más de seis veces el nivel de 2020.
En un video mensaje presentado en la Asamblea General de la ONU, el mandatario asiático también se comprometió a una ampliación del sistema de comercio de emisiones para los sectores con mayores emisiones, y construcción de una sociedad resiliente al cambio climático.
Como se sabe, China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, por su población de 1,400 millones de habitantes y debido a su condición de nación manufacturera.
Actualmente, el país asiático se ha comprometido a estabilizar sus emisiones de CO2 para 2030 y a alcanzar la neutralidad de carbono para 2060.
En un momento en que el Estados Unidos de Donald Trump se suma al negacionismo climático, ahora China parece aspirar a convertirse en uno de los defensores de la necesidad de combatir el calentamiento del planeta, tras años de haber ido a la cola en sus medidas de descarbonización.
En la cumbre del clima convocada por el secretario general de la ONU, António Guterres, participan más de 45 jefes de Estado y se espera que a lo largo de sus discursos más de 100 gobiernos confirmen sus compromisos para hacer frente a la crisis climática con nuevos NDC.