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Casi 50 capibaras mueren en barrio residencial de ArgentinaCiudadanos y animalistas exigen respuestas a las autoridades
01 Oct 2025 | 12:00 h

Casi 50 capibaras mueren en barrio residencial de Argentina

Al menos 46 ejemplares de capibara murieron en la localidad urbana de Nordelta, ubicada en la provincia de Buenos Aires, Argentina, en los últimos seis meses, una situación que ha generado preocupación e indignación en los vecinos, y animalistas, que exigieron respuestas a sus autoridades.

Entre otras circunstancias, los animales murieron a causa de atropellos. Solo en el primer semestre de 2025, 43 animales perdieron la vida de esta manera tan violenta, señaló La Asociación Vecinal Nordelta (AVN).

No obstante, la pérdida de su hábitat, aniquilado por el avance de la ciudad, también afecta la supervivencia de estos ejemplares, denunció el colectivo “La voz de los Capinchos”, conformado por los ciudadanos que velan por el cuidado de los roedores.

“Decir que murieron 46 carpinchos en 6 meses debería dar vergüenza a quienes están encargados de protegerlos”, señaló el grupo en redes sociales.

El colectivo afirmó que “evidentemente”, no se está haciendo lo suficiente o, incluso nada, para evitar el desastre. La agrupación argumentó que un desmonte dejó a los animales en la calle, donde murieron en situaciones que aún se investigan.

“Una sociedad evolucionada cuida el ambiente, cuida lo irrecuperable y busca el equilibrio. Desde LA VOZ DE LOS CARPINCHOS queremos expresar nuestra tristeza y preocupación porque en esa cifra no se cuentan los bebés ahogados por no poder salir de las lagunas, los que mueren de muerte dudosa por heridas o vaya uno a saber por qué”, cuestionó el grupo.

Cabe recordar que los carpinchos se ubican en el barrio de Nordelta porque es su hábitat natural. La ciudad se construyó sobre un área de humedales del Delta del Paraná, que es el ecosistema propio de estos roedores.

Al urbanizar la zona, se fragmentaron los espacios naturales, lo que forzó a los animales a desplazarse. La falta de depredadores naturales en el entorno urbano de Nordelta, sumada a la abundancia de agua y pasto de los jardines, creó condiciones ideales para su reproducción.