La tortuga verde ha sido exitosamente rescatada de la extinción, es un hecho considerado como una significativa victoria para la conservación animal, resaltaron investigadores y especialistas.
Esta especie estuvo catalogada en enorme riesgo desde la década de 1980, debido a que era cazada de forma extensiva para la elaboración de alimentos. Sus huevos eran considerados un manjar y su caparazón, un objeto decorativo.
Tras décadas de trabajo de conservacionistas del reino animal a nivel global, nuevos datos revelan que las poblaciones de esta especie están experimentando una notable recuperación.
De hecho, en la más reciente actualización de la Lista Roja de especies en peligro publicada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la categoría de la tortuga verde ha sido modificada de “En Peligro” a “Preocupación Menor”.
No obstante, y a pesar de estos avances recientes, es importante señalar que las cifras actuales de tortugas verdes todavía se encuentran muy por debajo de sus niveles históricos.
Durante más de 100 millones de años, las tortugas marinas han perfeccionado sus extraordinarias habilidades de navegación. Estas antiguas criaturas son capaces de recorrer miles de kilómetros desde la playa donde nacieron para luego regresar exactamente al mismo lugar a construir sus nidos y depositar sus huevos.
Este proceso ha originado, a lo largo del tiempo, diversas poblaciones genéticamente distintas y exclusivas de regiones de anidación específicas para cada una de las siete especies de tortugas marinas.