En un nuevo hito para la transición energética global, China avanza con la construcción del parque solar más grande del mundo. Se trata del Parque Solar Talatan, en el condado de Gonghe; provincia de Qinghai.
Este forma parte de un amplio sistema de energías renovables que China expande a diario. De esta forma, la nación asiática pone manos a la obra para lograr una reducción constante del 3% anual en emisiones y cumplir su objetivo de neutralidad de carbono en 2060.
Actualmente, el Parque Solar Talatan tiene una capacidad de 16.930 megavatios. Sin embargo, la instalación continúa expandiéndose, con el objetivo de crecer hasta 10 veces el área de la ciudad de Manhattan en tres años.Así, aunque ya es el parque más grande del mundo con 420 km2 (siete veces la superficie de Manhattan), se proyectan 610 km2 a futuro.
El costo de la electricidad solar y eólica en Qinghai es aproximadamente 40 % inferior al generado con carbón, un incentivo que atrae a industrias y centros de datos de inteligencia artificial a la región.
La energía renovable ayuda a China a abastecer 48.000 kilómetros de rutas ferroviarias de alta velocidad y su creciente flota de coches eléctricos.
Al mismo tiempo, la energía generada en Qinghai se envía a otras provincias, como Shaanxi, y se complementa con hidroeléctrica y carbón cuando es necesario, garantizando un flujo eléctrico estable. Nuevos proyectos hidroeléctricos en valles de alta montaña utilizan la energía solar excedente para bombear agua a embalses, que luego desciende por la noche generando electricidad adicional.
El Parque Solar Talatan es solo una parte de la extensa red de industrias de energía limpia que está construyendo China en la meseta tibetana, la más alta del mundo. El objetivo es aprovechar el intenso sol, las bajas temperaturas y la altitud extrema de la región para producir energía renovable de bajo costo.