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Gunther Merzthal

Soy un ciudadano que está convencido que desde donde estemos podemos ser grandes agentes de cambio, en mi caso apuesto por un desarrollo económico que sea respetuoso con el ambiente, con nuestra diversidad cultural y en el que todas y todos prosperemos en igualdad.

Economía circular: construyendo modelos de producción sostenibles, rentables y competitivos
28 Ene 2025 | 7:00 h

Economía circular: construyendo modelos de producción sostenibles, rentables y competitivos

Durante décadas hemos desarrollado un modelo económico lineal en el que “extraemos-producimos-botamos”, una responsabilidad no solo de aquellos que producen bienes o servicios sino también de cada uno de nosotros que los consumimos. La contaminación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, también llamada la triple crisis planetaria, ya no es algo teórico y alejado de la realidad, sino que es nuestro presente y principal desafío, ya que viene generando impactos negativos en nuestros recursos naturales, los ecosistemas, la salud, y en nuestra economía.

Los sectores productivos y de servicios vienen enfrentando este desafío a diferentes ritmos, pero con la certeza que sus actividades económicas no podrán seguir funcionando bajo un modelo de economía lineal. La economía circular entonces, propone un modelo en el que se producen y consumen bienes y servicios que permitan reducir el impacto de la triple crisis, y que su vez contribuya al crecimiento económico sostenido, asegurando que nadie se quede atrás.

¿Qué significa esto? Se puede aplicar la economía circular al optimizar el uso de los recursos naturales que extraemos, por ejemplo, sustituir el uso del agua superficial o subterránea para riego, por aguas residuales tratadas domésticas o de otras actividades económicas; rediseñar los productos utilizando empaques y envases retornables que requieran menos materiales para su elaboración y que permita el reciclaje post consumo; utilizar los residuos sólidos inorgánicos y orgánicos para generar nuevos productos o que estos se utilicen en otros procesos productivos. Otros ejemplos son el de la generación de servicios en los cuales un bien puede ser utilizado por más de un usuario, o reparando los productos y alargando su vida útil. Y todo esto se complementa con una pieza clave, el consumo responsable, es decir, evitando la perdida de alimentos que no consumimos, reduciendo la compra de bienes que no utilizamos, evaluando la reciclabilidad de un producto versus otro, eligiendo productos con mayor eficiencia energética, separando los residuos que generamos en origen para que puedan ser parte de un sistema de reciclaje.

La Unión Europea ha sido uno de los primeros bloques económicos en establecer e implementar políticas de economía circular a través del Pacto Verde Europeo asumido por el bloque y sus 27 países miembro. En el Fondo de Cooperación Asia Pacífico también se viene discutiéndose el tema dado que varios de los países que lo integran ya promueven el tránsito a una economía circular.

¿Y el Perú, que tan lejos está de transitar a una economía circular? Nuestro país ya lo está haciendo. Desde el 2016, a partir de su incorporación en normas y acciones específicas, el Perú inició con la apuesta para transitar hacia una economía circular como el camino que nos orientará hacia el desarrollo sostenible. 

Actualmente, nuestro país ha incluido en sus políticas nacionales la economía circular, tanto en la Política Nacional de Competitividad y Productividad liderada por el Ministerio de Economía y Finanzas, como en la Política Nacional del Ambiente liderada por el Ministerio del Ambiente. Un sector pionero en impulsar un tránsito a la circularidad es el Ministerio de la Producción, que desde el 2020 viene implementando acciones de mejoras normativas, de programas de apoyo y otorgando financiamiento con este fin para las empresas, principalmente las mipymes, de la industria manufacturera, y del sector de pesca. A este sector se han sumado también el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego.

Pero, sobre todo, es importante destacar el liderazgo de empresarios y emprendedores de todo el país que ya han implementado acciones concretas de economía circular en sus modelos de negocio -incluidos los procesos y los productos-, o que han iniciado nuevos emprendimientos basados ya en la circularidad. Nuestro país tiene un sinnúmero de experiencias de empresas en los sectores de industria, agricultura, forestal, pesca, acuicultura, agua y saneamiento, turismo y minería, que vienen transitando a un modelo circular. Los gremios empresariales se han convertido en los principales promotores para que agremiados se sumen a este proceso.

Sin embargo, y a pesar a estos avances, aún existen desafíos como, por ejemplo, aumentar el conocimiento de los empresarios sobre los beneficios de la economía circular en sus procesos, y la competitividad que se puede generar en la producción de bienes y servicios circulares frente a las nuevas demandas de los mercados internacionales. Asimismo, es importante contar con una mayor oferta técnica de profesionales en todo el país que puedan proponer e implementar acciones de economía circular en las empresas, por ello el incluir el tema en la curricular de pre y post grado de las universidades es un elemento clave, así como fortalecer capacidades de los profesionales de las cámaras de comercio, gremios regionales, de los programas de asistencia técnica y desarrollo gubernamentales, de institutos de innovación y desarrollo tecnológico, entre otros. 

Otro desafío, sobre todo para las mipymes, es el financiamiento para implementar acciones de economía circular. Son muy pocos los fondos públicos de apoyo al desarrollo y a la competitividad que cuentan con líneas de financiamiento, y por otro lado, los productos crediticios diferenciados aún son limitados en el sistema bancario y en las microfinancieras.

Sin duda, el Perú ya inicio su tránsito a un modelo de economía circular, ahora es importante que desde las entidades públicas se pueda fortalecer el apoyo al sector privado en este proceso, que el sector privado pueda multiplicar las experiencias ya existes y garantice se aplique en toda la cadena de valor -alineando proveedores y compradores-, y que cada uno de nosotros, practiquemos el consumo responsable. Todo ello con el objetivo de construir un Perú Circular que nos marque el camino hacia la sostenibilidad y así aseguremos nuestro bienestar y el de las futuras generaciones.