Hace unos meses, el Gobierno aprobó el Decreto Legislativo N° 1627, estableciendo un marco legal especial para impulsar el despliegue de la tecnología 5G. Y días atrás, se publicó para comentarios de la industria y de todos los interesados el proyecto de reglamento de esta norma.
Pero ¿por qué es tan importante la tecnología 5G? Esta tecnología es el catalizador para la transformación digital porque permitirá una conexión constante y casi en tiempo real con todo. Así, esta tecnología no solo ofrecerá una mayor velocidad de internet, sino que también reducirá el tiempo de espera en la red a todos sus usuarios y permitirá, más adelante, entre otros, optimizar los servicios básicos como de transporte (vehículos autónomos) y salud (cirugías a distancia).
Además, permitirá el network slice, lo que significa que se podrán satisfacer las necesidades de conexión, a través de una red exclusiva, como la de ambulancias o bomberos, facilitando su atención inmediata. Esto es posible gracias al gran ancho de banda de la tecnología, comparable a una carretera de 10 carriles. Esta carretera puede segmentarse y utilizar cada carril para diferentes fines, permitiendo así priorizar y asignar recursos de red a servicios específicos según sea necesario.
Aunque la operación comercial de la tecnología 5G se inició en el Perú en el 2021, su uso actual es limitado debido a que solo se está utilizando una capacidad equivalente a 2 carriles. Por lo que la norma aprobada busca expandir esta capacidad permitiendo el uso de los 10 carriles para que todos, desde las personas hasta empresas e industrias, puedan aprovechar todos los beneficios que ofrece esta tecnología.
¿Qué se necesita para esto? Como primer paso, la aprobación del reglamento del Decreto Legislativo 1627. Al respecto, el proyecto de reglamento prioriza la asignación de los carriles (ancho de banda) a cambio de compromisos de inversión, en lugar de buscar una recaudación de fondos, siguiendo el ejemplo de otros países.
Un segundo paso es cuantificar los compromisos de inversión que el Estado requerirá para asignar los carriles. No es una tarea sencilla. Sólo con el 5G no se logrará el cierre de brechas de conectividad en zonas rurales. Para eso se debe elaborar una combinación de compromisos con tecnologías 5G y 4G. Por ejemplo, se destaca el caso de éxito de Brasil, donde los compromisos de inversión incluyeron, entre otros, i) la instalación de una antena por cada 10 mil habitantes en ciudades con más de 500 mil personas hasta mediados de este año; ii) instalar 5G en localidades con más de 30 mil habitantes hasta 2029; iii) el despliegue de backhaul de fibra óptica; iv) conectar con 4G a localidades rurales; v) un proyecto de Red Privada de Comunicación de la Administración Pública Federal; vi) y proyectos de conectividad en colegios
El tercer paso, es la determinación de plazos de implementación. Se advierte que establecer plazos muy cortos o políticos puede generar incumplimientos en los compromisos acordados, como ocurrió en Chile.
Un cuarto elemento es el de otorgar seguridad jurídica para las inversiones. Se determinó en un nuevo modelo de contrato de concesión que el plazo de concesión será de 20 años, sujeto a renovación con nuevos compromisos y obligaciones.
El quinto aspecto se vincula con incentivar el despliegue de antenas a través de la coordinación entre diversas entidades y autoridades del país su instalación. Recordemos que, para un uso adecuado de los 10 carriles de la carretera, se necesitará una cantidad de infraestructura entre 5 a 10 veces mayor a la actual. Estas infraestructuras serán de menor tamaño y podrán mimetizarse en semáforos o postes de alumbrado público.
Se puede destacar entonces que un manejo adecuado de estos aspectos permitirá un proceso exitoso de asignación de la tecnología 5G. Esto generará, a su vez, incentivos para acelerar el despliegue de infraestructura. Un ejemplo de esto es el caso de Brasil, donde ya se han instalado más de 21 000 estaciones base 5G, y el 60% de las personas cuentan con el servicio. Además, se espera que la implementación del 5G facilite la automatización de diversas industrias como la alimentaria, agrícola, minera, entre otras.