En el Perú, la expansión de redes de telecomunicaciones es clave para conectar a más personas. El sector telecomunicaciones no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también es un motor para el desarrollo social, especialmente en un mundo donde la digitalización redefine cómo vivimos, trabajamos y nos educamos.
Sin embargo, el sector telecomunicaciones ha sido históricamente masculino, especialmente en áreas técnicas. Por ejemplo, en 2020 identificamos que había solo 12 mujeres que formaban parte del personal técnico en las empresas colaboradoras de Movistar. Por ello, creamos el programa “Mujeres en Red” con el objetivo de reducir la brecha de género en la labor técnica de telecomunicaciones. Hoy, este programa ha promovido que más de 400 mujeres en 12 regiones del país se incorporen al sector telecomunicaciones, demostrando que el talento femenino es esencial para conectar el país y construir el futuro de las telecomunicaciones.
Seguimos trabajando por el despliegue de la conectividad en el Perú, y para ello la participación de las "Mujeres en Red" es fundamental. Este programa promueve la empleabilidad y capacitación de mujeres en áreas como servicio técnico al cliente, despliegue y mantenimiento de fibra óptica a clientes B2C y B2B, mantenimiento de infraestructura y logística, todas áreas clave para llevar mejor tecnología y conectividad a los usuarios.
Hoy más que nunca es fundamental replantear el enfoque sobre la participación femenina en los trabajos técnicos y tecnológicos. No se trata solo de equidad de género, sino de una estrategia de negocio inteligente. La diversidad no es solo una cuestión de principios éticos, sino una herramienta para impulsar la innovación, la competitividad y la adaptación a un mercado globalizado.
En Perú, solo 30% de la fuerza laboral en el sector tecnológico está conformada por mujeres, según un reciente informe de la Asociación Peruana de Software y Tecnología (APESOFT). Esta cifra no solo revela aún una brecha de género, sino una oportunidad desaprovechada. Limitar la participación femenina significa restringir la diversidad de pensamiento, lo que afecta la capacidad de innovación y adaptación en un ámbito laboral que cambia rápidamente.
Sin embargo, la solución no radica solo en aumentar el número de mujeres en estos sectores, sino en crear un entorno de equidad que les permita crecer y liderar. Esto exige un cambio estructural en las organizaciones, con políticas inclusivas que fomenten la contratación y la promoción de mujeres a posiciones de liderazgo. La diversidad de pensamiento no surge solo de su presencia, sino de su participación en la toma de decisiones estratégicas.
El mensaje es claro: apostar por el talento femenino no es tendencia, sino necesidad estratégica. En Telefónica, seguimos desplegando redes fijas y móviles para dar la mejor conectividad a nuestros clientes e impulsar el desarrollo del Perú, y lo hacemos con la convicción de que el talento femenino es indispensable para este propósito. Las “Mujeres en Red” no solo despliegan redes de fibra, instalan servicios a nuestros clientes y mantienen nuestra infraestructura de telecomunicaciones: construyen un futuro más inclusivo y conectado. Su trabajo técnico, su liderazgo y su diversidad de pensamiento son el motor que impulsa la innovación y el progreso en nuestro sector.