El secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, solicitó a los países representados en la COP29 de Bakú, Azerbaiyán, que trabajen generar a acuerdos que permitan frenar la emergencia climática y les pidió que "dejen el teatro" y "vayan al grano".
"Los faroles, las tretas y los planes preconcebidos hacen perder un tiempo precioso y merman la buena voluntad necesaria para un paquete ambicioso", aseveró el funcionario en una rueda de prensa, en la que la presidencia de la COP29 dio la bienvenida a la semana política de la cumbre.
Cuando los ministros de los países retoman las tensas discusiones sobre financiación climática, Stiell pidió que resuelvan "las cuestiones menos polémicas" lo antes posible esta semana, "para que haya tiempo suficiente para las grandes decisiones políticas".
"No podemos perder de vista el bosque porque nos peleemos por árboles individuales -dijo-, y tampoco podemos permitirnos un brote de ‘tú primero’ en que grupos de partidos se atrincheran y se niegan a avanzar en un tema, hasta que otros avanzan en otro".
El presidente de la COP29, el azerbaiyano Mukhtar Babayev, lamentó el ritmo al que avanzan las negociaciones sobre financiación climática, el paquete principal que divide a los países en Bakú, y que deberá definir la cantidad de dinero y estructura de los fondos que destinarán los países ricos a costear la transición climática en el mundo en desarrollo.
Babayev pidió a los países donantes de esta meta colectiva –estados que este lunes también se reúnen en el G20 de Brasil– que eleven su ambición y que avancen "mucho más deprisa". El G20 es responsable del 80 % de las emisiones globales de efecto invernadero, y suman el 85 % del PIB mundial.