Un importante hallazgo se realizó en la Amazonía ecuatoriana, como parte de una investigación realizada por el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) de dicho país y destacados científicos del extranjero.
Se trata de una nueva variedad de sapo arlequín, especie que se encuentra en peligro de extinción. Este espécimen fue bautizado como 'Atelopus colomai' que tiene el dorso negro con pocos círculos, puntos o líneas asimétricas de color verde amarillento. En los laterales presenta una reticulación verde amarillenta similar a espuma, hasta formar una banda desde arriba del ojo hasta la ingle, con numerosas marcas redondeadas negras.
El vientre es de color crema y sus labios están bordeados por una línea negra delgada. Mientras, en los laterales del vientre tiene una transición de reticulación verde amarillenta con numerosos puntos negros hasta la garganta.
Los investigadores registraron cantos de los machos adultos a lo largo del día con picos de actividad después de las lluvias, en la mañana y al final de la tarde. Asimismo, se encontraron machos posados en posiciones elevadas como ramas, árboles caídos y rocas en el sotobosque inferior hasta 1,5 m sobre el suelo durante el día.
Además, se encontraron hembras solo por la noche, cuando dormían sobre hojas o en axilas de bromelias de 1 a 5 metros sobre el suelo. Se recolectaron renacuajos en julio y se observaron metamorfosis en septiembre, lo que sugiere que la reproducción puede tener lugar durante todo el año. El 'atelopus colomai' puede ser visto en bosques lluviosos de tierras bajas, muy cerca de arroyos y ríos de aguas claras de movimiento lento.
La nueva especie fue bautizada en homenaje a Luis A. Coloma, quien ha contribuido de manera continua al estudio y protección de los sapos arlequín durante décadas, y puede encontrarse en algunas localidades situadas entre los ríos Napo y Pastaza, de las provincias de Orellana y Pastaza, ubicadas en la región amazónica de Ecuador.