Gracias al compromiso de las concesionarias, la vida en Valle Viejo —y en las comunidades que rodean la presa— ha cambiado profundamente. Con un enfoque en la educación, salud y el diálogo permanente, se está construyendo un mejor futuro.
El desarrollo en conjunto empieza por escuchar. Por eso, las concesionarias H2Olmos y Trasvase Olmos han implementado Centros de Información y Atención Comunitaria (CIAC), espacios donde las comunidades pueden acercarse, expresar sus necesidades y participar activamente en las decisiones que las afectan.
“Nos permite tener un acercamiento constante con las comunidades, con las poblaciones, con los agricultores; donde ellos nos hacen llegar sus inquietudes, sus comentarios y nosotros comenzamos a atenderlo de forma inmediata”, explica Jose Luis Cruzado Velarde, Gerente General Adjunto de la Concesionaria H2Olmos y Trasvase Olmos.
Es gracias a ese contacto directo que se han impulsado acciones concretas: limpieza de ríos, abastecimiento de combustible para bombas, mantenimiento de canales y mejoras en infraestructura hidráulica. “El fin es mejorar las condiciones que ellos puedan tener”, acota el ingeniero.
Para impulsar el progreso de una comunidad, hay que comenzar desde sus aulas. La educación ha sido uno de los pilares más fortalecidos con este proyecto, llevando no solo materiales y capacitaciones, sino también energía y esperanza.
“H2Olmos se hizo presente capacitando a toda la comunidad, levantando el mapa de riesgo, y también se levantó la ficha técnica con todo el padrón de todos los pobladores. También se ha capacitado a todos los pobladores del lugar”, cuenta con emoción la docente Gladys Silva Villanueva, de la IE N° 11232 Caserío La Juliana.
En el caserío Huabal, los niños ahora estudian con luz gracias a la electrificación completa. Además, docentes y estudiantes cultivan juntos un biohuerto escolar, con riego tecnificado y abono orgánico donado por la concesionaria.
“Nos vienen apoyando con un biohuerto, tuvimos la oportunidad de hacer un riego tecnificado donde ellos nos han apoyado y donado abono orgánico”, comenta Segundo Acha Jimenez, Director de la institución educativa del Caserío de Huabal.
Una comunidad no puede desarrollarse plenamente si no goza de buena salud. Por ello, uno de los compromisos, ha sido mejorar las condiciones sanitarias en los caseríos más alejados.
En Huabal, se apoyó con la implementación de cuatro pozos sépticos, beneficiando a más de 400 pobladores. La nueva infraestructura trata las aguas residuales, evitando la contaminación de las fuentes hídricas. A esto se sumaron capacitaciones comunitarias sobre el uso y mantenimiento adecuado del entorno.
Además, en alianza con el Centro de Salud de Olmos, se realizó una campaña contra el dengue en la ciudad y sus alrededores. Más de 6 mil familias se beneficiaron con esta iniciativa, que logró recolectar hasta 2.5 toneladas de inservibles, reduciendo el riesgo de criaderos del zancudo transmisor.
Con la mirada puesta en el desarrollo sostenible, nació “Olmos Siembra”, una iniciativa que busca empoderar a los pequeños agricultores y cerrar brechas sociales y económicas.
“Consiste en hacer una parcela demostrativa de unas 7 hectáreas, donde se va a sembrar diversos productos por ejemplo palta, mango, maíz y adicionalmente también vamos a hacer ganadería con caprino para hacer producción de leche”, explica, José Luis Cruzado, Gerente General Adjunto de la Concesionaria H2Olmos.
Este proyecto no solo busca incrementar la productividad. También pretende que las familias encuentren nuevas formas de sostenerse, compartan conocimientos y fortalezcan los lazos en comunidad.
En Olmos, el desarrollo se comparte. Y es que, al final del día, ya no se trata de agua o infraestructura, se habla de una comunidad que florece desde adentro, con esperanza, unidad y futuro.
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