El ‘Amazon Footprint Report 2025’ revela que entre 2018 y 2022 la expansión agrícola fue responsable de la deforestación de 8.6 millones de hectáreas y exige acción inmediata a gobiernos y empresasLas actividades agrícolas, impulsadas tanto por la demanda internacional como por el consumo interno, son el principal motor de la deforestación en la Amazonía. Así lo concluye el ‘Amazon Footprint Report 2025’, presentado por WWF en la Conferencia de las Partes (COP30), que se desarrolla en Belém, Brasil.
El informe, realizado en colaboración con Trase, Chalmers University of Technology y el Stockholm Environment Institute, es pionero al utilizar datos subnacionales para vincular la producción y el consumo de productos agrícolas –principalmente ganadería para la producción de carne vacuna y cultivo de soya– con la destrucción forestal.
Según los hallazgos, entre 2018 y 2022, la producción de bienes agrícolas estuvo ligada a la deforestación de 8.6 millones de hectáreas en toda la región amazónica. Este territorio representó el 36% de la deforestación global en el mismo periodo.
El análisis subraya que tanto el consumo doméstico en los países amazónicos como la demanda global ejercen una fuerte presión sobre los bosques.
“Es una tarea urgente contener la deforestación en la Amazonía transformando los mercados y el sistema financiero para que faciliten y expandan los esfuerzos hacia la conservación y el desarrollo sostenible”, declaró Kurt Holle, director de WWF Perú y de la Unidad de Coordinación Amazónica de WWF.
La investigación utilizó datos satelitales y estadísticas de producción subnacional para identificar los 'puntos calientes' de deforestación, proporcionando una herramienta clave para enfocar las estrategias de conservación e intervenciones de política pública.
Pablo Pacheco, científico principal de Bosques Globales de WWF, enfatizó que tener un conocimiento preciso de la dinámica del uso del suelo y su conexión con los mercados y las finanzas es esencial para lograr cadenas de suministro libres de deforestación y conversión (DCF).
El reporte concluye que la COP30 ratifica la importancia de la cooperación global entre países productores y consumidores para armonizar esfuerzos y asegurar que los productos amazónicos, tanto de exportación como de consumo interno, no estén asociados a la destrucción del bosque.