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La COP30 termina dejando de lado la lucha contra combustibles fósilesDos semanas de negociaciones acabaron con resultados cuestionados
24 Nov 2025 | 12:00 h

La COP30 termina dejando de lado la lucha contra combustibles fósiles

La COP30, realizada con cuestionamientos y más de una situación de riesgos, llegó a su fin con un acuerdo considerado como débil para enfrentar los tremendos retos de la crisis climática, que se muestra implacable.

Tras dos semanas de conversaciones, el punto principal de controversia fue la hoja de ruta para la transición para abandonar los combustibles fósiles, cuya quema produce la mayor parte de las emisiones que calientan el planeta y potencian el clima extremo.

Más de 80 países, desde Colombia y Alemania hasta Kenia, habían declarado que un acuerdo final debería incluir un plan de acción concreto para cumplir con el compromiso, previamente conseguido con gran esfuerzo, de ir sustituyendo el carbón, el petróleo y el gas. Pero la idea, rechazada por parte de las naciones árabes, entre las que se cuentan petroestados como Arabia Saudita, no llegó al documento final.

En su lugar, el acuerdo propone una iniciativa voluntaria para acelerar la implementación de los planes climáticos nacionales y fomentar la cooperación internacional para mantener vivo el objetivo del Acuerdo de París de no sobrepasar un aumento promedio de 1,5 grados Celsius. Los países también acordaron un diálogo anual para monitorizar los avances hacia mantener las temperaturas por debajo de ese umbral, que el mundo está en camino de superar pronto.

En la sesión de clausura, el presidente de la COP30, André Correa do Lago, anunció que lideraría dos hojas de ruta voluntarias: una para la transición de los combustibles fósiles de manera justa, ordenada y equitativa, y otra para detener y revertir la deforestación.

Aunque estas hojas de ruta no forman parte del acuerdo formal de la ONU, se invita a todos los países a unirse a ellas. También anunció la primera conferencia sobre el fin de la dependencia del petróleo, gas y carbón, que se celebrará en Colombia en abril del próximo año.

El principal negociador de Panamá, Juan Carlos Monterrey Gómez, dijo que la COP y el sistema de la ONU están fallando a las personas "a una escala histórica" y que los negociadores están defendiendo "las mismas industrias que crearon esta crisis: la industria de los combustibles fósiles y las fuerzas que impulsan la deforestación mundial".

El comisario europeo de Clima, Cero Emisiones y Crecimiento Limpio, Wopke Hoekstra, dijo que Europa habría querido un acuerdo más ambicioso, pero que al menos iba "en la dirección correcta" porque estaba "dando un paso muy significativo hacia adelante" en términos de financiamiento para la adaptación climática, que beneficiará a las naciones más pobres que sufren los efectos del cambio climático.

El acuerdo final incluye un llamado para que las naciones ricas tripliquen al menos el financiamiento desde los 34.700 millones de euros anuales para 2035, para ayudar a los países vulnerables a adaptarse a un clima extremo cada vez peor. La cuestión era uno de los principales puntos de discordia en la COP30.