La Solanum stellaticalycinum ha sido descrita como una especie nueva para la ciencia dentro del Parque Nacional Yanachaga Chemillén. Sin embargo, la expansión agrícola y la apertura de caminos amenazan su supervivenciaLa biodiversidad del Perú continúa sorprendiendo al mundo. Un equipo de investigadores ha descrito una nueva especie de flora en el corazón de la selva central: la Solanum stellaticalycinum. El hallazgo, realizado en el Parque Nacional Yanachaga Chemillén (PNYCh), confirma una vez más la riqueza biológica de los bosques montanos de la región Pasco, aunque el descubrimiento llega acompañado de una advertencia sobre su fragilidad.
La investigación fue publicada en la prestigiosa revista científica PhytoKeys. El estudio estuvo a cargo de los investigadores Marco Cueva, Ítalo Treviño, Diego Sotomayor, María Isabel Villalba y Sandra Knapp, quienes identificaron esta planta del clado Pteroidea (género Solanum) gracias a material recolectado tanto en los bosques primarios del área protegida como en zonas adyacentes de la provincia de Oxapampa.
La Solanum stellaticalycinum es una hierba de un solo tallo que habita en el sotobosque (la vegetación que crece bajo los árboles), específicamente en altitudes que oscilan entre los 2.399 y 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Según el estudio, la planta posee rasgos morfológicos que no habían sido documentados previamente en especies de su grupo, lo que permitió clasificarla como un taxón independiente. Entre sus características distintivas destacan sus pequeños tallos florales de color morado, un cáliz con lóbulos delgados y una corola de pétalos alargados y puntiagudos. Además, sus frutos tienen una forma alargada que termina en punta, un detalle clave para diferenciarla de otras especies similares.
A pesar de la buena noticia que representa este descubrimiento para la botánica peruana, la situación de la Solanum stellaticalycinum es crítica. Hasta la fecha, solo se ha registrado su presencia en tres localidades específicas dentro del parque y su zona de influencia, abarcando un área de distribución de apenas 111,9 km².
Debido a esta fuerte restricción geográfica y ecológica, los autores del estudio han asignado a la especie un estado de conservación preliminar de «En Peligro» (EN), bajo los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las amenazas son claras: el cambio de uso del suelo, la apertura de trochas carrozables y la expansión de la frontera agrícola en las zonas de amortiguamiento del Parque Nacional Yanachaga Chemillén. Los científicos advierten que, aunque la especie habita un área natural protegida, las presiones humanas en los límites externos generan riesgos significativos para la estabilidad de sus poblaciones.
El descubrimiento resalta el rol estratégico de la Reserva de Biósfera Oxapampa–Asháninka–Yánesha (BIOAY). Este territorio, que integra ecosistemas desde los 250 hasta los 4.200 m.s.n.m., incluye cuatro áreas naturales protegidas, entre ellas el Yanachaga Chemillén.
Este hallazgo ratifica a la BIOAY no solo como un refugio de flora única, sino como un laboratorio vivo indispensable para la ciencia, donde la alta humedad y las pendientes pronunciadas de los bosques montanos aún esconden secretos por revelar.