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Noruega suspende la minería marítima en el ÁrticoCuestionadas actividades extractivas se detienen hasta el 2029
05 Dic 2025 | 12:00 h

Noruega suspende la minería marítima en el Ártico

El Gobierno de Noruega decidió aplazar hasta el 2029 la concesión de licencias para la minería en las aguas profundas del Ártico, una medida que había sido ampliamente criticada por los ecologistas, debido a sus posibles daños contra la biodiversidad.

La decisión llega tras intensas negociaciones entre los laboristas, el Partido de la Izquierda Socialista, el Partido Verde, el Partido Rojo y el Partido del Centro. Aunque los laboristas encabezan el Gobierno, no cuentan con mayoría propia y necesitan el apoyo de otras fuerzas para sacar adelante su Presupuesto del Estado de 2026.

El año pasado, Noruega se convirtió en el primer país del mundo en dar luz verde a la minería en aguas profundas para acelerar la búsqueda submarina de minerales utilizados en tecnologías limpias, como las baterías para vehículos eléctricos.

La ley implica que en torno a 280.000 metros cuadrados de las aguas nacionales, situadas entre Svalbard, Groenlandia e Islandia, podrían abrirse eventualmente para recoger del fondo marino rocas conocidas como nódulos, que contienen minerales como cobalto y zinc. Estaba previsto que el Estado comenzase a conceder licencias en 2025.

Pese a quienes sostienen que esta actividad puede realizarse de forma sostenible, los expertos advierten de que podría causar daños irreversibles a la biodiversidad y los ecosistemas y provocar la liberación del carbono almacenado en el océano.

Noruega sostiene que acceder a los minerales del fondo marino podría ayudar al país a alejarse de la industria del petróleo y el gas y propiciar una transición verde mediante pilas de combustible, paneles solares, vehículos eléctricosy teléfonos móviles.

Sin embargo, un informe publicado el año pasado por la Environmental Justice Foundation concluyó que la minería en aguas profundas no es necesaria para la transición hacia una energía limpia. Esta organización prevé que una combinación de nuevas tecnologías, economía circular yreciclaje podría reducir la demanda de minerales un 58% entre 2022 y 2050.