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La hoja de ruta de las Áreas Naturales Protegidas hacia el 2030La hoja de ruta de las Áreas Naturales Protegidas hacia el 2030
17 Dic 2025 | 10:19 h

La hoja de ruta de las Áreas Naturales Protegidas hacia el 2030

Si el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SINANPE) ha sido históricamente una "isla de eficiencia" en el Estado peruano, el reto para la próxima década es que deje de ser una isla y se convierta en un motor de desarrollo conectado con la realidad regional y local. Esa fue la conclusión central del panel "Áreas Naturales Protegidas: ¿A dónde vamos?", dónde se trazaron los desafíos urgentes frente a la crisis climática y de biodiversidad.

La deuda azul y el mito de la pesca

El Perú enfrenta una carrera contra el tiempo en sus océanos. Jimpson Dávila, representante de la SPDA, advirtió que mientras la meta global exige proteger el 30% de los océanos para el 2030, el mundo —y el Perú— apenas ronda el 8%.

Para cerrar esta brecha, el Sernanp ha anunciado la potencialidad de establecer tres nuevas áreas marinas protegidas. Sin embargo, Dávila subrayó que no basta con crear áreas en el papel; se requiere un diseño con enfoque de "paisaje marino" que respete las rutas migratorias y, sobre todo, tecnología para la vigilancia. "Nadie sabe qué sucede a 100 km de la costa... tener embarcaciones cuesta entre 30 mil y 35 mil soles por viaje. Lo que necesitamos es un centro de monitoreo satelital", señaló el especialista.

Asimismo, se desmitificó el conflicto con la pesca: la evidencia científica confirma que las áreas protegidas funcionan como "viveros" que aumentan la biomasa, beneficiando tanto a la pesca artesanal como industrial fuera de sus límites.

El "boom" de la conservación privada

Eduardo Jackson, representante de las Áreas de Conservación Privada (ACP), destacó un renacer en la conservación voluntaria. Actualmente existen 146 ACP en el Perú y hay otras 29 propuestas en evaluación. Un dato revelador es el creciente interés corporativo: de las siete empresas que hoy son titulares de una ACP, seis fueron reconocidas en los últimos cinco años.

No obstante, Jackson advirtió sobre la vulnerabilidad jurídica, denunciando que se establecen petitorios mineros sobre áreas de conservación privada. Ante esto, urgió mejorar la capacidad de defensa legal y retomar la discusión sobre incentivos fiscales que, cinco años después de ser propuestos, aún son incipientes.

Inversión: Récord de rentabilidad vs. Economías Ilegales

En un contexto de incertidumbre económica, la conservación ha demostrado ser una inversión rentable. Stefanie Delgado, de Profonanpe, reveló que el 2025 ha sido un "año extraordinario" para los fondos ambientales. La institución gestiona actualmente 258 millones de dólares (107 millones enfocados en ANP), logrando un rendimiento neto del 11% a octubre de este año, casi duplicando su meta financiera original del 6.6%.

Pese a estos números positivos, Luis Alfaro, de la iniciativa Patrimonio Natural del Perú, puso el dedo en la llaga sobre la escala de la inversión. Aunque el presupuesto público para ANP rompió récords este año, esta cifra palidece frente a otros mecanismos. "Si no escalamos, no vamos a poder competir con ese enorme monstruo que pisa fuerte", alertó Alfaro, refiriéndose a las economías ilegales que ofrecen hasta el 20% de ganancias a las comunidades, cifras con las que ningún bionegocio actual puede competir. Alfaro recordó que existen 21,000 millones de soles en "Obras por Impuestos" que el sector conservación aún no ha logrado aprovechar plenamente.

Gobernanza: El eslabón regional

Daniel Coronel, de la ONG Mecanismos de Desarrollo Alternos (MDA), señaló que la eficiencia del sistema nacional debe trasladarse a los Gobiernos Regionales. Con cerca de 30 propuestas de Áreas de Conservación Regional (ACR) en camino, preocupa la debilidad institucional y la alta rotación de personal en las regiones, lo que dificulta gestionar estos espacios frente al avance de economías ilegales.

Reflexión Final: "Al servicio de la gente"

El cierre estuvo a cargo de José Carlos Nieto, jefe del Sernanp, quien reafirmó la filosofía que guía su gestión: "No pongas en el centro a las áreas protegidas, ponlas al servicio de la gente".

Nieto reconoció que el contexto mundial de precios altos del oro y cultivos ilícitos presiona los territorios, pero se mostró abierto a explorar nuevas estrategias de conservación —incluso temporales— que no requieran modificar la Ley de Áreas Naturales Protegidas, evitando así riesgos políticos. El mensaje final fue de integración: el mundo ambiental debe dejar de verse fragmentado para asegurar que la biodiversidad sea sinónimo de desarrollo para todos los peruanos.