Biotecnología contra el dengue: evaluación de la estrategia WolbachiaEl biólogo Mario Esparza, investigador con 25 años de experiencia en microbiología, biotecnología y biología molecular, y presidente de la Sociedad Peruana de Microbiología, explica los alcances de la estrategia Wolbachia, que el Ministerio de Salud aplicará entre 2025 y 2027 para reducir la transmisión del dengue en zonas priorizadas. El inicio será en Comas, donde más de 400 mil personas habitan un área con alta incidencia histórica de la enfermedad.
El contexto epidemiológico es grave. La OMS registró hasta junio de 2024 más de 10,9 millones de casos de dengue y 6 500 muertes. En el Perú, el Centro Nacional de Epidemiología reportó en 2024 más de 280 mil casos y 262 fallecimientos, superando las cifras del año anterior. La variabilidad climática, la falta de agua potable, la mala gestión de residuos y la presencia del Aedes aegypti se combinan para sostener el riesgo.
El plan contempla liberar semanalmente dos millones de mosquitos portadores de Wolbachia en 6000 puntos distribuidos cada 50 metros, durante 24 semanas, en un área de 20 km². La zona incluye 76 mil viviendas y 18 establecimientos de salud. El objetivo es que los mosquitos portadores transmitan la bacteria a la población local de vectores y modifiquen su capacidad de transmitir el virus.
Esparza explica que Perú presenta condiciones ambientales que favorecen al vector, con temperaturas cálidas en meses que impulsan la reproducción de larvas y adultos, especialmente en regiones tropicales y amazónicas. Señala también que el país ha vivido episodios emblemáticos que visibilizaron el impacto del dengue: “Nosotros somos uno de los países bien afectados en las últimas décadas y en los últimos años”, recuerda.
Frente a esta situación, insiste en que el dengue genera altos costos al Estado y que durante años no se han implementado estrategias suficientemente eficaces para controlar al mosquito. El papel de los biólogos, afirma, ha sido decisivo en crisis anteriores como la pandemia, y vuelve a serlo ahora en el control del vector.
La bacteria Wolbachia, de presencia natural en varios insectos, se cultiva en laboratorio e introduce en larvas o adultos del mosquito. Una vez dentro del organismo, altera funciones vitales, reduce su capacidad reproductiva y, en algunos casos, puede ser letal. Esta afectación disminuye la población de vectores capaces de transmitir el virus.
Esparza describe el efecto: “Cuando el zancudo está infectado con la bacteria, esta le causa un efecto letal a la larva o al zancudo, en algunos casos la hembra ya no puede reproducirse, desde el punto de vista biológico hay un control. No estamos diciendo que esto va a acabar con el dengue, pero van a disminuir las tasas de infección porque ahora hay zancudos enfermos que no van a cumplir su función de ser hematófagos, por decirlo así, o si lo logran hacer, no se van a poder reproducir, las tasas de infección van a disminuir”.
La evidencia internacional respalda el método: países como Brasil, Colombia, Pakistán y Sudáfrica han registrado disminuciones en la transmisión tras aplicar esta estrategia. Sin embargo, Esparza subraya que cada territorio tiene condiciones distintas, por lo que en el Perú se realizarán experimentos y protocolos específicos, acompañados de información clara a la ciudadanía.